Quienes tenemos la oportunidad de manejar algunos procesos de contratación pública, entendemos la flaqueza de la normatividad vigente y los mecanismos de elusión que bandidos enquistados en las entidades del Estado establecen en los procesos precontractuales para adjudicar a dedo pequeños o millonarios contratos.
Nada hacen los órganos de control que amarrados por la normatividad deben esperar que el delito ocurra para luego perseguir consorcios fantasmas o empresas de papel. Son letra muerta las leyes 80 de 1993,1150 de 2007, 474 2011 y los decretos reglamentarios 019 y 1082 del 2015, los colombianos con nuestra mal llamada “malicia indígena” encuentran la caída o la trampa, enormes pasillos dejan nuestros legisladores por donde se mueven felizmente, para ejecutar obras con sobrecostos que pagamos todos.
El principal foco de corrupción estatal se centra en la contratación pública, un signo de alerta es la concentración de adjudicaciones, se diseñan los pliegos como si fuese un traje a la medida, y así desde luego suprimir la competencia. Ejemplos de enormes boquetes otorgados por nuestros legisladores, son entre otros: Términos para cumplir las publicaciones; no se expresó tácitamente que en mínima cuantía, “que requiere de un día hábil para publicar en las páginas del Secop”, el oferente tiene derecho a que se le otorgue un plazo prudente para estudiar y observar los términos y especificaciones y si son objetadas, la entidad tiene un plazo para responderlas.
Así lo establece en concepto el Departamento Nacional de Planeación, que otorga un mínimo de tres días hábiles, aspecto que no se cumple, velozmente se abren y cierran procesos, donde solo participa la oferta pre elaborada.
El acta de cierre. Algunos funcionarios se ausentan para evitar el acta de cierre y las propuestas pierden la custodia y luego aparece mágicamente ganando el de siempre.
Manipulación de la oferta. Es frecuente encontrarlas artificialmente bajas, que no reflejan la realidad del mercado, en contubernio entregan productos diferentes a los requeridos, que en artículos perecederos o de consumo, jamás quedará rastro verificable por quienes luego de dos o tres años abren sus procesos investigativos.
Términos a la medida. Pliegos condicionados a experiencia acreditada que solo “el ganador” tiene, va desde elevar la experiencia específica en una, dos o tres veces el valor del presupuesto acreditada en una sola certificación contractual, los pequeños quedan excluidos y solo quien los viene ejecutando, continúa soberanamente en su trono; manipulan los indicadores financieros como índices de liquidez, nivel de endeudamiento, patrimonio, capital de trabajo, de contratación, previamente concertados; direccionan la compra con la especificación técnica para que nadie más lo pueda proveer y al menor detalle obviado lo descalifican.
Coba 1: “Formadores de Paz” -“Springer Schwarzemberg o Lizarazo” cumplía todos los requisitos en un ejercicio que nada le dejó al municipio. Irónico respaldo del Fiscal que hizo parte del grupo de panelistas, un tema improductivo a ese nivel y que aún después de tres años de negociaciones en La Habana, se sabe para dónde va.
Coba 2: Excelentes escenarios deja la gobernación a Valledupar. Monsalvo le cumplió al municipio y a los tenistas, falta completar la cubierta del escenario principal y las lonas corta viento anti rebote de los fondos no son poli sombras de 5.000 pesos m2. No permita que el consorcio desaparezca sin cancelar todos los impuestos que son millonarios.
Por Fernando Castro