Las noticias no pueden ser más preocupantes: ríos por los que ya no corre agua, poblaciones en los que se pelean por conseguir unos cuantos litros de agua para preparar, por lo menos, los alimentos, campos que ya son un desierto, y lo peor, voces que aseguran que lo peor está por venir.
Este panorama no puede ser más caótico. Los sistemas de alerta del país se activaron para prepararse para esta época de sequía, especialmente para las zonas rurales y corregimentales.
En el Cesar hay alerta en 21 municipios de los 25 existentes por incendios forestales, y diariamente en nuestras páginas registramos el clamor de comunidades que piden que les lleven agua para sus necesidades básicas.
Esto no es un capricho. El frente común para mitigar los efectos de este fenómeno climático debe salir desde el hogar, no solo es un asunto de los comité de Gestión del Riesgo del ámbito nacional, departamental o municipal.
Las personas que disfrutan del servicio de agua en sus hogares hoy día, deben ser más razonables en el uso del preciado líquido. En Valledupar todavía se nota el despilfarro en las calles y en algunos hogares, incluso da grima cómo agua que puede reutilizarse sale de la obra del estadio Armando Maestre.
No al derroche del agua, lo hemos dicho y lo seguiremos diciendo incansablemente hasta lograr que la conciencia de los vallenatos y cesarenses cambie. Apoyamos todas las iniciativas que emprendan los gobiernos departamental y municipales para mitigar el grave impacto del fenómeno de El Niño.
En días anteriores se reunió el Comité de Gestión del Riesgo Municipal para articular medidas para contrarrestar cualquier riesgo por posibles incendios forestales que puedan registrarse en Valledupar. El Gobierno Nacional reportó 15 departamentos donde decretó la alerta roja por incendios.
Señores ciudadanos: tomen conciencia. El Niño es una realidad y los padecimientos de muchas comunidades también. No gastemos agua innecesariamente, otras familias la pueden necesitar.