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Un mundo de vacunas

“En el Ministerio de Sanidad israelí esperaban ver ya de forma más rotunda los efectos de la espectacular campaña de vacunación iniciada hace mes y medio. En el mes de enero, Israel se consolidó como indiscutible líder mundial de vacunas, pero también registró su balance mortal mensual más alto (1.433) desde el inicio de una pandemia que ahora, quizás debido en parte a las variantes del virus, adopta formas más peligrosas y letales”. ( el periódico El Mundo de Madrid, 04 de marzo).

“Mientras el mundo compite por adquirir las vacunas en un mercado limitado, Cuba ya está desarrollando las suyas. Dado que las muertes y los casos de contagio aumentan en la isla comunista, a partir de este mes dos de las cuatro vacunas en desarrollo comenzarán su tercera y última etapa. Esta nación, con más de 30 años de experiencia en inmunología, ha trabajado arduamente para producir sus propias dosis como una respuesta a la crisis de salud pública mundial.

El país centroamericano, caracterizado por ser potencia en biotecnología, busca producir una vacuna que logre inmunizar a sus 11 millones de habitantes. La isla fue pionera mundial en fabricar la primera vacuna contra el meningococo, una enfermedad causada por una bacteria que puede causar meningitis. Actualmente produce ocho de las doce vacunas que se administran a los niños. Asimismo, también exportan otras vacunas”. ( dice la Revista Semana, 04 de marzo).

Son registros de medios de comunicación aquí y allá. Logros no suficientes, falsos retrocesos. Las nuevas variantes que eran inofensivas aunque más contagiosas, ahora  son más letales, según las últimas investigaciones; unas vacunas negadas por Alemania para mayores de 65 años como la de AstraZeneca,  ahora dice ese país que sí se pueden aplicar. Estamos en un periodo de ensayo, sorpresas  y error.

El mundo, especialmente el rico, avanza con ritmo frenético con la vacuna, con el infinito terror de que las nuevas cepas y variantes puedan hacerle el quite.  

Colombia avanza pero muy lentamente. Hay que decirlo, en parte por la no suficiente disponibilidad de vacunas en el mercado mundial y los aplazamientos de los fabricantes, y por no haberse adquirido a tiempo las vacunas disponibles en el Oriente por temores culturales y prevenciones políticas, pero lo cierto es que la vacuna china y la rusa, acogidas ya en Europa,  han venido a Latinoamérica como salvavidas de última hora.  ¿Será que la vacuna cubana también podrá producirse en considerables volúmenes y por razones políticas e ideológicas no se podrá usar en Colombia? 

Urge dinamizar el proceso, todos los esfuerzos en una vacunación masiva y bien hecha deben activarse, se está dejando mucho que desear. No podemos ser inferiores como sociedad -y como Estado también- a semejante desafío que podría estar desfalleciendo por la pereza, el hastío y el silencio. Acá en las regiones, como el Cesar,  está aun más cruda la vacunación y como medio de comunicación nos pondremos en los próximos días en esa tarea diaria de hacer seguimiento, visibilizar, observar, denunciar, recomendar, porque un inoculado más es un activo sonriente de vida.

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Redacción El Pilón: