Tecnócratas o no, la condición de servidores públicos del nivel directivo en cargos del Gobierno Nacional debe permitir al departamento del Cesar que la presencia en espacios públicos de funcionarios nacidos o formados en esta región conlleve a que cada uno de ellos genere desde sus competencias y funciones un mundo de posibilidades para nuestro departamento, y en especial para sus municipios.
Ya sea desde el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio, a través de las áreas de vivienda, o de agua y saneamiento básico, o desde el Ministerio de Hacienda y Crédito Público, o desde el Ministerio del Interior e incluso desde el mismo Colpensiones, surgen oportunidades para el Cesar y para cada uno de sus entes territoriales.
El Cesar no ha buscado crecer o hacerse a imagen y semejanza de ningún otro departamento de la costa Atlántica; nuestro departamento es producto de una mezcla de regiones, donde incluso la pujanza santandereana y hasta tolimense ha sido determinante en su desarrollo.
Nosotros no hacemos antesala en Barranquilla, porque siempre hemos entendido que la toma de decisiones es en Bogotá, donde sabemos relacionarnos y solíamos ser respetados.
Nuevamente tenemos un mundo de posibilidades, para ser más honestos aún, con funcionarios nacidos en familias comunes y corrientes, pero que formaron personas de bien e hicieron un esfuerzo en educar a personas que desde el conocimiento buscan proyectarse.
Articulemos, que la clase política y gremial del departamento del Cesar, junto con el Gobierno departamental y municipal, encuentren en los funcionarios del Gobierno Nacional, a través de los funcionarios cesarenses, la posibilidad de presentar proyectos en beneficio de nuestra región. La articulación es la mejor forma para buscar respeto en el contexto nacional.
A partir de las distintas fuentes de recursos del orden nacional, las entidades territoriales pueden acceder al Gobierno Nacional de manera planificada, para que se ejecuten proyectos en las regiones y se generen inversiones. Pero el deber de planeación y la correcta ejecución de los recursos y en especial de los contratos que de ello se generen, es responsabilidad de la gobernación y de las alcaldías.
Todo un mundo de posibilidades son las que se pueden generar a partir de la articulación con nuestros coterráneos en el Gobierno Nacional. Sobra decir que en ellos, abunda capacidad.