En un visible deterioro se encuentran las aulas de la sede donde funciona la facultad de Bellas Artes, por lo que no están dadas las condiciones para que en este espacio los estudiantes reciban sus clases. En algunos salones no cuentan con aire acondicionado, solo unos viejos ventiladores y con las altas temperaturas de la ciudad, se hace difícil el día a día.
Esta situación dificulta el desarrollo de las clases. En el oscuro salón de teatro el calor es insoportable, no cuentan con camerinos y baños; además es notorio el detrimento de los viejos pisos.
Lo que sucede en Bellas Artes no es un problema de ahora, sino algo que viene desde mucho tiempo atrás; sin embargo la administración ha tomado parte para tratar de resolver cosas que son fundamentales para impartir la academia.
El tema de infraestructura es uno de los que más preocupa, pero las condiciones físicas que se presentan permanecerán tal como están porque el espacio no puede ser intervenido. El lugar donde funciona esta facultad es del Departamento del Cesar, por eso intervenirla sería peculado. Pese a ello, la Universidad Popular del Cesar poco a poco ha arreglado pero en pequeñas medidas este espacio, pues es lo único que pueden hacer.
La ordenanza que permitió entregar Bellas Artes a la UPC
En el 2011, la Asamblea Departamental aprobó en los tres debates reglamentarios el proyecto de Ordenanza por medio del cual se daba en gratuidad la sede de Bellas Artes a la Universidad Popular del Cesar. Esto se convirtió en un gran logro para el alma mater, pues se demostraba la voluntad y el querer de los líderes políticos para engrandecer la educación universitaria.
La ordenanza 005 de diciembre de 2011 se dio en el gobierno de Cristian Moreno Panezo y uno de los propósitos era que la universidad pudiese hacer las inversiones necesarias para mantener, ampliar y utilizar con plenitud la sede.
Sin embargo, durante el actual gobierno de Luis Alberto Monsalvo, una persona natural de nombre Giovanni de Jesús Negrete Villafañe, demandó dicha ordenanza y pidió su nulidad ante el Tribunal Administrativo del Cesar aduciendo la vulneración del artículo 2203 del Código Civil, que hace referencia a la responsabilidad del comodatario en el cuidado del bien.
La instancia correspondiente de la Gobernación del Cesar ante las solicitudes reiteradas de la UPC para que se suscribiera el contrato de donación, aducía razonablemente a que se debía esperar el fallo para no correr el riesgo de que se presentara un problema jurídico en caso de que la decisión judicial favoreciera al demandante. El fallo del Tribunal Administrativo fue proferido y la ordenanza 005 de 2011 quedó en firme.
Efraín Quintero Molina, decano de la Facultad dijo que la persona que impugnó dicha ordenanza trabajaba en la oficina Jurídica de la Gobernación del Cesar y que ahora el proceso está en manos del Consejo de Estado.
“Nosotros hicimos todo lo posible. El proceso se fue al Tribunal y éste falló a favor de la UPC. Al impugnarla esto se fue al Consejo de Estado. Nosotros hablamos para dilucidar lo que está sucediendo con eso y ver si el Departamento desistía de la impugnación, quienes respondieron que no podían porque eso no lo habían hecho ellos sino un particular. Ahora hay que esperar que el Consejo falle a favor o en contra”, acotó.
El Decano explicó que mientras esperan el fallo no pueden hacer nada para mejorar la infraestructura de la sede. “No podemos hacer inversiones, ni trabajar en el mejoramiento, sino en el mantenimiento del bien. Podemos invertir en cosas que no alteren la construcción”, aclaró Quintero.
Los problemas que genera
De acuerdo con lo dicho por el Decano de la facultad, este proceso ha generado graves problemas, especialmente a la población estudiantil que cada año ha ido creciendo y cada vez quedan más pequeños los espacios con los que se cuentan. Hoy Bellas Artes cuenta con 385 estudiantes de Licenciatura en arte, cultura y folclor.
“Para nosotros es un problema gravísimo porque hemos venido creciendo. Todos los años recibimos más alumnos y nos hace falta espacio físico y no podemos construir. Hemos intentado y hemos mejorado unas cuantas aulas.
Nosotros somos como desplazados que nos hemos ido metiendo dentro de este espacio y le hemos ido haciendo cosas, pero en el momento en que nosotros nos pongamos a hacer obras de gran envergadura estaríamos violando la ley”, expresó Quintero.
Agregó que desde la academia han tratado que los estudiantes de Bellas Artes no salgan de este espacio, sin embargo algunas materias son vistas en las otras sedes de la universidad. “Hasta ahora no hemos tenido problemas porque hemos ‘invadido’ este espacio y nos hemos acomodado en los salones poco fértiles para recibir una clase”, indicó el Decano.
“La cultura está grave”
La falta de recursos y el olvido estatal son las principales quejas de los gestores culturales en Valledupar. Efraín Quintero aseguró que el Cesar se volvió un departamento materialista que ha dejado de lado la cultura.
“Nosotros no somos humanistas. Aquí hay una cuerda brava que es la que produce actos que nacen como la verdolaga de la música, el teatro y la danza, pero todo eso se da. No tiene el auspicio y el apoyo del Estado porque eso no les interesa a ellos. Aquí lo que hace falta es un buen trabajo cultural”, acotó el Decano.
De fallar a favor de quien impugnó la ordenanza, el espacio volvería a la Gobernación del Cesar, pero la facultad de Bellas Artes seguirá pidiendo a gritos este lugar. “Falle a favor o en contra este es un espacio que nos pertenece a los hacedores de cultura, por lo tanto el espacio no puede ser utilizado para construir una cancha de fútbol o una plaza de mercado. Y eso sí lo vamos a pelear nosotros a como dé lugar, porque este es un espacio de la ciudad.
Aquí es donde se converge y se teje en ideas nuevas. Aquí es donde el verbo y la palabra pasan por entre las hojas y el follaje de los árboles para construir cosas nuevas. Aquí sí hacemos ciudad, hacemos vida, lo que a dos cuadras de aquí no existe”, expresó Efraín Quintero.
– La Universidad Popular del Cesar convirtió a Bellas Artes en una dependencia de la institución educativa en el año 2002, cuando dio la carta para nacer como facultad. A partir de ahí, un nutrido grupo de alumnos ingresó con el fin de obtener el título en Arte, Cultura y Folclor.
Andreina Bandera / EL PILÓN
Andreina.bandera@elpilon.com.co