Yeiner Fernando Arroyo, a pesar de los distintos flagelos que golpean a su sector, ha salido adelante con mucho esfuerzo, es un ejemplo para los habitantes de Los Guasimales con el pequeño taller de soldadura que tiene en su vivienda.
Este hombre de 32 años inició con un taller mecánico, luego aprendió de manera empírica el trabajo de soldadura y desde entonces no ha parado creando y reparando todas las piezas de hierro que requieren sus clientes.
Es un hombre inquieto, que le gusta prepararse y gracias a esa personalidad realizó varios cursos en el Sena de construcción y obra, que le brinda hoy más posibilidades para salir de su vivienda a ganarse el ‘pan diario’ para suplir las necesidades de su hogar.
“Inicié con la labor de la soldadura hace dos años, pero quiero lograr la certificación en el Sena, así como lo hice con un técnico en construcción y mecánica”, contó Arroyo, quien indicó que además en ocasiones les da trabajo a vecinos desempleados.