Escribo esta columna hoy domingo 4 de junio porque me toca entregarla el lunes 5 de junio, el día sin carro, propuesta por la Administración Municipal. Por eso no tendré los resultados si será un éxito o fracaso. Mañana en la noche se sabrá. Espero que sean buenos los resultados.
Mañana lunes será un día distinto, diferente a todos los días. Saldremos a caminar o en bici. Será una restricción a los vehículos particulares desde las 8:00 de la mañana y se extenderá hasta las 4:00 de la tarde, en la que los vallenatos no pueden usar medios alternativos de transporte. Una oportunidad para de manera obligada, es cierto, abrir espacios a otras opciones. Varias unidades de tránsito estarán regulando a los vehículos para sancionar a los que incumplan esta norma.
Por segunda vez, los vallenatos deberán afrontar una jornada que pienso fue creada exclusivamente en torno a la cultura ciudadana y ¿por qué no?, para preservar el medio ambiente.
Según datos, dejarán de circular 120.000 carros y 150.000 motos. Esto, por supuesto, abre el espacio a otras conductas ciudadanas.
Siempre esta iniciativa ha sido duramente criticada: por razones al detrimento para el comercio, y las bajas sensibles que ese día se presentan, por los grandes atascos de gente en la puerta de los buses; por la escasez de los taxis; la contaminación no se reduce considerablemente, ya que el principal perjuicio al medio ambiente viene por medio del material particulado emitido por buses, busetas, camiones en motores Diesel o por otras excepciones.
El problema principal es que los ciudadanos siguen viendo la política pública, justamente, como un problema en sí mismo y no como una oportunidad: la de abandonar los carros y recorrer a la ciudad a través de esos carriles exclusivos diseñados por algunas administraciones para los ciclistas. Ir al colegio o a la universidad en una caravana de ciclistas no suena tan mal. Así lo hacen algunas personas.
En muchas ciudades se han implementado medios distintos de transporte. La bicicleta, insistimos, no sólo es conveniente para la salud, sino también para evitar la contaminación auditiva, polución, movilidad, entre otros.
El día de mañana es apenas uno. Uno de esos 365 en los que estamos habituados a una misma rutina. ¿Por qué no salir de ella y darle una oportunidad, al menos una vez, para explorar opciones y para ver que son posibles?
No lo niego ni quiero hacerme el ciego ante ellos, pero también hay un chance para variar los hábitos, para prepararnos para una ciudad en el futuro. Ojalá mañana los vallenatos sepan aprovecharlo.
Y como es mi costumbre, trataré otros temitas: Quiero aprovechar para resaltar la labor de cuatro mujeres profesionales distinguidas, algunas ocupan actualmente cargos públicos: Carmen Sofía Daza Orozco (Secretaría de Salud Departamental), Katrizza Morelli (Gerente del SIVA), Claudia Margarita Zuleta (Secretaria de Salud Municipal) y nuestra activa y querida Secretaria de Gobierno, Sandra Cujia, mis felicitaciones para ellas.
Y finalmente, sugerencia respetuosa a la directora de El Pilón para ver si es posible destacar la vida de ilustres matronas de la sociedad vallenata en una separata los domingos. Mencionaré algunas de ellas: Paulina Maestre de Socarrás, María Margoth de Cabello, Rosa Emilia Villazón, Emelina Quintero de Villazón, Marielena Castro de Quintero, Joselina Castro de Pavajeau, Elisa Castro de Dangond, Carmen Maya de Castro.
Y finalmente, después del experimento del día sin carro, manejemos el tema del Pico y Placa. ¿Será conveniente o no?
Por Alberto Herazo Palmera