ESTA ESQUINA
Por: Hernán Araujo Ariza
La educación es uno de los temas que nunca pierde vigencia. Es quizás, el tema preferido de los ‘políticos’, pero –misteriosamente- sólo lo tocan cuando están en campaña. Sin embargo, revisemos la situación que atraviesa este sector hoy, a propósito de la propuesta de educación presentada por el Presidente Juan Manuel Santos la semana pasada.
El presidente Santos recibe un sistema educativo fortalecido durante 8 años, por un gobierno que se dedicó exclusivamente al tema de cobertura. Según las proyecciones, en el año 2010 debíamos alcanzar el 105%. Sin embargo, es un sistema que está en mora de volcarse hacia la calidad.
Hay una frase que le escuché a Sergio Fajardo muchas veces, y que me sorprendió volverla a ver tal cual, en la columna de hace unas semanas de Humberto de la Calle: “Cuando la educación ha sido para muchas sociedades el punto de encuentro, en la Colombia de hoy es el mayor instrumento de discriminación”.
Suena hasta insurgente y todo, pero es esa la realidad. Hoy, tristemente, los hijos de los pobres tienen pocas –por no decir nulas- posibilidades de superarse. Hoy, ese maravilloso ‘vehículo’ de movilidad social que es la educación, poco funciona para ascender. Sin que esto implique que los hijos de los ricos tengan garantizado un futuro de éxito.
Ya va siendo hora de empezar a reorientar el rumbo de la educación. En lo nacional, claro; pero en local también. Cada día son más lejanos los ‘mundos’ vividos por los alumnos del Colegio Bilingüe o el Gimnasio del Norte; y los que les toca vivir a los estudiantes del CASD o del José Eugenio Martínez. Duro y triste, pero es la realidad. Y mientras esas diferencias tan abismales permanezcan, no podremos siquiera pensar en una sociedad justa y equitativa.
Rabia da escuchar mandatarios y candidatos hablando de megacolegios por construir, sin detenerse a revisar como mejorar los que ya tenemos. O ¿quién pone en duda que el Milciades Cantillo o que el Molina Sánchez (Los Mayales) no son unos megacolegios? Y fueron construidos mucho antes que empezara la ‘modita’ de agregarle el “mega”, a lo que simplemente es un colegio grande.
Nada más es entrar a esas instalaciones y revisar las condiciones de indignidad humana en que se encuentran. Las zonas verdes son un tierrero que se alborota con la brisa o se vuelve charco con el agua. Son colegios ‘tirados’ a su suerte, que no le duelen a nadie. Es un verdadero milagro que alguien aprenda algo en un ambiente tan poco propicio; pero nos acostumbraron a creer que, como lo público es gratis, puede ser cualquier cosa. Mejor dicho, a caballo regalado…
Pero claro, como mejorar las cosas ya construidas no genera tantos dividendos (electorales y económicos) y como el tema de calidad requiere de una programación diferente en el cerebro del mandatario; entonces seguiremos esperando ese cambio tantas veces prometido y nunca obtenido. Lo cierto es que siempre estaremos a tiempo para esa transformación. Independientemente que mientras más nos demoremos en dar el salto, más dura será la tarea.
Y termino aclarando que para lograr colegios de buen nivel no es necesario estar situado en la sabana de Bogotá; pues según el ICFES, el mejor colegio del país es “La Quinta del Puente” y queda en Floridablanca, Santander. Ni siquiera es la capital.
MI ÚLTIMA PALABRA: El próximo martes (23) tendrá lugar en Bogotá, un interesante foro que traerá como invitado especial a Rudolph Giuliani. El ex alcalde de Nueva York que tuvo que lidiar el ataque a las torres gemelas. Se tratarán temas de seguridad Urbana, Institucional, Comunitaria y Privada. Alcalde, secretario de gobierno, candidatos a la alcaldía: péguense la rodadita por favor! A ver si aprenden algo que nos pueda servir para bajarle a los muertos diarios en Valledupar.
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