En cualquier maderamen muestra madurez, la misma que contrasta a la hora de expresarse porque su condición de niña aún la delata; Adriana Marcela Cujia Reyes habla con timidez, pero debajo del aro se convierte en un as para su quinteto.
A sus 13 años, irradia talento y destreza con el balón rojo; no se le arruga a las adversidades pues su liderazgo sale a flote en momentos cruciales para darle la mano a su equipo. Defiende a capa y espada los colores del Instpecam en la fase municipal de los Juegos Intercolegiados, justa en las que el año pasado tuvo el privilegio de llegar a la ronda nacional en la capital de la República.
Reconoce que aún falta por mejorar porque el año pasado se pudieron hacer cosas mejores, sin embargo, ahora con mayor madurez cree que el 2015 será el año de la consagración.
“El año pasado llegamos a la final nacional en Bogotá, no ganamos ningún juego, pero nos quedó la experiencia que para llegar allá hay que prepararse mejor”, dijo la estudiante de noveno grado del colegio Instpecam.
Dos veces selección Cesar infantil, Adriana Marcela quiere ser figura en los Juegos Intercolegiados. “Uno siempre quiere ganar y yo juego para ganar, el baloncesto me corre por la sangre, antes me gustaba el fútbol y mi mamá nunca me dejó jugar, antes veía el baloncesto como un pasatiempo pero ahora veo que puedo llegar más allá de una simple afición”, dijo la encestadora que en el campo de juego se desempeña como armadora, es el eje del equipo, la dueña de los cambios de ritmo, es una referencia para sus compañeras, sin ella no hay ninguna jugada de laboratorio, por sus manos pasa cualquier acción ofensiva.
Amor por lo que hace
Con esta es la tercera oportunidad en la que Adriana Marcela Cujia defiendo los colores de su colegio, por eso asegura que “el baloncesto es algo que va en mí, disfruto lo que hago y quiero llegar lejos en este deporte”.
De 1.70 metros de estatura, la encestadora quiere estudiar ingeniería industrial, pero por ahora disfruta su momento de niña que tiene el mundo a sus pies cuando trata de hacer una faena con el balón rojo entre sus manos.
En los dos primeros partidos del baloncesto intercolegial, Instpecam acumula dos victorias: una sobre el Colombo y otra ante el ‘Joaquín Ochoa Maestre’.