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Un año sin Leandro Díaz

Demostrando que el recuerdo por el Juglar Leandro Díaz sigue vivo, familiares y amigos realizaron una ofrenda floral en la tumba donde reposan los restos del compositor que vio con los ‘ojos del alma’. Adamis Guerra/EL PILÓN

Aunque han transcurrido 365 días de la partida del mundo terrenal del genial compositor Leandro Díaz, sus familiares, amigos y seguidores de la música vallenata lo recuerdan con intensidad; prueba de ello fueron los honores que se le rindieron con motivo de su primer aniversario.

Con flores amarillas se presentó la mañana de ayer un grupo de personas al Cementerio Central de Valledupar, donde reposan los restos del Juglar, como símbolo del amor y admiración que sintieron y sienten por un ser ciego de nacimiento que lograba percibir con sus otras capacidades sensoriales situaciones invisibles para muchos que gozan de vista, que le permitieron crear obras con una descriptiva y narrativa incomparables.

Como Leandro vivió en torno a la música, los acordes de las guitarras y los acordeones no podían faltar en la conmemoración. Interpretando algunas de sus obras, su hijo Ivo, quien fue el ‘lazarillo’ de su padre, hizo visible ese duelo que aún no ha logrado superar, teniendo presente que el vacío que dejó en su vida fue enorme, puesto que era su maestro y ejemplo a seguir.

Posteriormente, los actos se trasladaron a la Iglesia Espíritu Santo. Con oraciones y cánticos cristianos clamaron una vez más por el eterno descanso de aquel que veía con ‘los ojos del alma’; y a la Cámara de Comercio de la capital del Cesar, donde conocedores de la producción musical del maestro preveían dar a conocer anécdotas y relatos del homenajeado. Hasta el cierre de esta edición ésta última actividad no se había desarrollado.

En algunas calles céntricas de Valledupar se observaron carteles que recordaban a los transeúntes el primer aniversario del Juglar Leandro Díaz.

ANNELISE BARRIGA RAMIREZ
Annelise.barriga@elpilon.com.co

 

 

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