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Un alto necesario

Transcurre una semana cargada con muchos ingredientes: espiritualidad, puente festivo, descanso, viajes, gastronomía, dulces, diversión, juegos y otro sinnúmero de aspectos propios de la idiosincrasia colombiana.

Pero igual de nutrida es la lista de responsabilidades y riesgos que esto trae consigo, se trata del puente festivo más largo del año y tal vez uno de los de mayor movilidad y actividad turística, algo que obliga a las autoridades pertinentes a tomar estrictas medidas en todos los aspectos para garantiza la seguridad ciudadana y evitar tragedias viales y de cualquier otra índole.


Es un pare necesario en las actividades y un cambio de rutina para un gran número de público, un alto en el camino para una diversidad de propósitos, unos muy sanos y otros un tanto peculiares pero que al fin y al cabo deben servir para la buena salud mental y mejorar los estados de ánimo requeridos para la sana convivencia de nuestra comunidad.


Son días que brindan la posibilidad de que muchas personas, familias y grupos sociales experimenten periodos de tranquilidad, paz y reflexión.


Al respecto, muchos ensayos sobre el tema, revelan que alcanzar la felicidad, es probablemente la mayor aspiración que ha tenido el ser humano en toda su existencia. “Es algo obvio y difícil de cuestionar: siempre todos deseamos tener una vida feliz. Hasta tal punto que la mejor definición de inteligencia que, probablemente se haya dado, es aquella que dice que esta no es otra cosa que nuestra capacidad de ser felices”.


Valorando entonces ese concepto en toda su dimensión, se justifican todas las acciones que de carácter institucional adelantan las distintas autoridades para que estos últimos cuatro días festivos que le restan a la Semana Santa resulten jornadas agradables, positivas y libres de cualquier percance.
En ese sentido, Valledupar se preparó para despedir y recibir pasajeros, se reforzaron medidas para garantizar los niveles de servicio, atención, operación y seguridad en las terminales de esta ciudad, tanto aéreas como terrestres.

Se calcula que cerca de 21,678 pasajeros lleguen de viaje y 871 vehículos realicen el tránsito por la entidad terrestre, al tiempo que unos 31,049 pasajeros se irán de viaje en la presente temporada.

Es la puesta en marcha de una serie de actividades que van a garantizar tanto el ágil desarrollo de las operaciones aeroportuarias, así como la disponibilidad de facilidades de transporte y servicios comerciales, alimentos y bebidas para los viajeros, acompañantes y visitantes.

La presencia policial y de los demás entes encargados de controlar el tráfico vehicular permiten pensar que todo debe transcurrir de la mejor manera.

De igual forma, frente al aumento considerable del consumo de pescados y demás alimentos de mar, el Ministerio de Salud y Protección Social alertó a la comunidad sobre los cuidados que se deben tener para evitar que se presenten enfermedades, intoxicaciones o demás impases por ingerirlos.

Por otro lado, teniendo en cuenta los pronósticos del Ideam, sobre posibles precipitaciones y nubosidad durante la Semana Mayor, las autoridades hicieron un llamado a tener todas las preocupaciones posibles.

También son válidas las recomendaciones hechas a los conductores por parte de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, ANSV, para planear bien los viajes, identificando las mejores rutas, con puntos de descanso cada dos horas para evitar la fatiga y el microsueño.

Serán más de 9.0000 vehículos por los principales corredores viales del país y unos 443.000 pasajeros. En síntesis, todo un complejo proceso vacacional que debe repercutir en resultados positivos para todos.

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