Desprevenidamente, cualquiera podría pensar que el título de esta columna es relativo a la nueva unión musical de nuestro folclor vallenato. Ahora bien, Tuto y Franco luego de sus apabullantes victorias en el debate electoral del pasado 25 de octubre, se han distinguido por anunciar que no existirá divorcio entre los gobiernos que presidirán. Ese es el orden de las cosas, cuando el raciocinio del dirigente es congruente con la visión del demócrata, a favor cuentan con la ascendencia política, Tuto y Franco, provienen del cordón umbilical del Partido Cambio Radical.
El 64% de los ciudadanos habilitados para ejercer su Derecho al voto acudieron a las urnas. 238.872 cesarenses encomendaron a Francisco Ovalle Angarita, el destino del departamento para el próximo cuatrienio. El periodo de gobierno que termina el 31 de diciembre ha sido generoso en materia de infraestructura, entre varias, sobresale el estadio de futbol, el cual servirá para que Valledupar sea sede de un torneo Suramericano de ese deporte en la categoría sub 15.
Estar en la órbita del futbol implica reconocimiento, por tal motivo, es menester atender los indicadores del Índice de Competitividad Departamental, en aras de cuantificar las metas en sus tres factores de medición: 1) Condiciones Básicas que incluye seis pilares relacionados con: instituciones; infraestructura; tamaño del mercado; educación básica y media; salud; y medio ambiente, 2) Eficiencia incluye dos pilares: educación superior y capacitación, y eficiencia de los mercados 3) Sofisticación e innovación, incluye dos pilares que miden: la sofisticación y diversificación productiva, así como la innovación y la dinámica empresarial. Cuatro años no son suficientes, razones presupuestales lo justifican, atender el presente es importante como construir el futuro, en esas variables se destacan medio ambiente, educación y gobernanza en vigencia del postconflicto.
Pasemos ahora a Valledupar, 73.805 ciudadanos, equivalente al 48,19% de los ciudadanos decidieron que Augusto Daniel Ramírez Uhia –‘Tuto Uhia’- dirigiera los destinos de nuestra ciudad en los próximos cuatro años. La dimensión de la responsabilidad que asume Tuto es del mismo tamaño de los problemas de la ciudad. Servicios públicos, movilidad, transporte, seguridad, ordenamiento territorial, crecimiento poblacional y buen gobierno, son dificultades que no dan espera, dos décadas han transcurrido y la problemática fue creciendo mientras la desidia corría como las aguas cristalinas del rio Guatapuri.
No esperemos milagros, la tarea es grande, al igual que en el departamento cuatro años no alcanzan, así las cosas, es perentorio pensar la ciudad de los próximos 20 años, con base en planes, programas y proyectos, respaldados con cuantificación financiera y fiscal, este proceso lo emprendió Barranquilla, esa lección aprendida debe contar con el beneplácito de nuestra clase dirigente, gremios y ciudadanía.
Tuto y Franco han anunciado que trabajarán de la mano, aunando esfuerzos por el departamento del Cesar y su capital Valledupar, es perentorio aterrizar esos propósitos en un plan estratégico de largo plazo, para pensar la ciudad y el departamento, no se trata de descuidar el presente, pero ganamos mucho si construimos el futuro. Desde esta tribuna mis mejores deseos para Tuto y Franco, procuraré ser un veedor proactivo, propositivo y respetuoso de la gestión.