El triunfo ayer en el templo del tenis Wimbledon en Inglaterra de la dupla nacional Juan Sebastián Cabal y Robert Farah, frente a una dupla francesa, exhibe grandes enseñanzas tales como la persistencia, la disciplina, la identificación de los objetivos, el trabajo en grupo y la amistad bien llevada, el buen y oportuno patrocinio.
Desde los10 años empezaron los vallecaucanos a jugar en pareja y adelantaron una dura tarea, que en este solo juego se convirtió con casi 5 horas en el más largo en la modalidad de dobles en la historia del emblemático torneo, un juego muy disputado y tenso para mostrar también una sorprendente preparación física y mental.
Una amistad sin sombras, una identidad de pertenencias mutuas, al completar los iguales 33 años de edad. Cabal, hace 14 años, estuvo dos años parado por rotura del ligamento. Más de dos décadas de competencias y viajes por todo el mundo para lograr una competitividad de grandes quilates.
Como bien se dice, antes que todo ganaron por ser buenas personas y tener pasión por su oficio deportivo, el tenis. Y con eso están dándole a Colombia y a su valle, del Cauca, una presea imborrable.
Esos pensamientos del éxito deportivo nos vienen a la cabeza un domingo como hoy, para recordar cómo en Valledupar tenemos el ineludible compromiso de aprovechar más los escenarios que en la última década se han construido. Y no nos cansaremos de insistir en pedir a nuestras ligas y al gobierno departamental, el que más ha apostado por hacer construcciones deportivas en todos los municipios, para que haga los esfuerzos para que desde los primeros años de formación hacer de la carrera del deporte una camino deseable y ejemplificante para la sociedad.
Esa ruta nos permite parodiando la política que se ha mencionado de semillero de propietarios de vivienda, hacer un semillero del deporte.
El último esfuerzo de la Gobernación de El Cesar es rehacer la Villa Olímpica, vecina de la subestación de Corelca y el Cerro de La Popa, donde se han iniciado obras que se proponen concluir antes de que termine Ovalle Angarita.
Construyó la anterior administración Monsalvo un notable Complejo de Tenis, y sea la ocasión para indagar al gobernador para que informe a la ciudadanía por el uso y aprovechamiento que se hace de él. Nos preguntamos si hay actividades permanentes ahí y si tiene sentido haber invertido ingentes recursos para dejar solo el lugar como un monumento más. Que este triunfo del tenis colombiano sea un acicate para ver esas canchas, y retomar cualquier tiempo perdido para que desde la niñez llevemos este deporte a los vallenatos, como fue el deseo del antecesor Monsalvo, quien de manera caprichosa, aunque con la mejor buena fe, decidió destinar recursos a la modalidad deportiva que más amaba y practicaba.
Este evento nos cae como anillo al dedo para recabar del gobierno inversor un mayor grado de responsabilidad, cuando los indicadores de éxitos deportivos no son los mejores.