Por: Eduardo Dangond Castro
El sendero político post electoral en Venezuela indica que triunfaron en ese país TRES MUERTOS. El primero, lo constituyó la explotación publicitaria desbordada de la semblanza y la estampa del EXTINTO comandante supremo HUGO CHAVEZ FRÍAS. El segundo muerto recae en el pensamiento de SIMÓN BOLÍVAR y la República BOLIVARIANA y por último, fue el ideario de la doctrina de la dictadura del proletariado y la colectivización de los medios de producción en cabeza del estado; sistema que murió como modelo en la totalidad de los países comunista como la ALEMANIA oriental con la caída del muro de Berlín; en la propia RUSIA, con la PERESTROIKA, implantada por MIKAEL GORBACHOV, en la cual, se privatizaron todos los sectores de la economía e implantaron la libertad de empresas, como también en POLONIA y YUGOSLAVIA. Por último, en la CHINA se abrieron los mercados a la libre empresa y hoy es uno de los países en el mundo con mayores índices de crecimiento en la economía.
Los resultados en términos económicos del sistema comunista lo registramos como prueba viva en CUBA; en el cual, el atraso es generalizado. De un país productor de azúcar fueron relegados hasta por la producción de una sola región como el departamento del Valle del Cauca en Colombia, el único renglón que contempla bonanza son los mercados que se mantienen abundantes de personas haciendo colas para recibir el reparto estricto de la escasez de los productos de la canasta familiar. Así, permanece hoy Venezuela, es el legado de 14 años de la revolución del siglo XXI, por culpa directa de haberse desmotivado el sector productivo con las expropiaciones. Hoy, se sobrevive bajo una escasez generalizada de las materias primas al quedar relegado como un país MONOEXPORTADOR.
Maduro en su discurso de posesión no explicó a su país el nuevo derrotero para radicalizar la revolución; tampoco, señaló cuál es su verdadero programa de gobierno para salir de la INFLACIÓN, LA ESCASEZ, EL BILLONARIO DEFICIT ESTATAL, EL DESEMPLEO, y LA INSEGURIDAD GALOPANTE, en el país supuestamente de las grandes transformaciones sociales, del gran Cristo supremo, del desaparecido caudillo, de la gran República Bolivariana.
Qué tristeza es verse obligados a reconocer que a pesar de una gran riqueza petrolera el país registra contradictoriamente una bonanza en muertes, homicidios y atracos convirtiéndose en el país suramericano con mayor índice de delincuencia.
Que lamentable resulta reconocer que el liderazgo de Venezuela ha decaído hasta la más mínima expresión; las ideologías políticas en el Palacio de Miraflores han sido canjeadas por el ejercicio de las amenazas del talante de los gamines con insultos propios de líderes de barrios ; como también, en el PARLAMENTO o CONGRESO, el debate, la contradicción, el disentimiento y la oposición han sido transformado por los golpes en contra de los diputados opositores y la destitución como sanción al derecho de opinar y contradecir. Venezuela, hoy, ha recibido como herencia política la ruina ideológica. Como legado la QUIEBRA en la institucionalidad monopolizada además, por el nepotismo de la seudo-revolución chavista y el futuro se vislumbra similar a los golpes propinados a los diputados opositores: morado.