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Tres estrategias concretas para mejorar el empleo juvenil en Valledupar

Imagen de referencia.

Hace cerca de un mes nos reunimos en Valledupar un equipo de Cesore con un grupo de jóvenes vallenatos preocupados por el tema de su empleabilidad, dado los altísimos niveles de desocupación de la juventud vallenata, que presenta los índices más altos de desempleo del país. 

La preocupación no es menor, el desempleo ya hemos dicho es una afrenta para la autoestima, para las ganas de superación, y tal vez uno de los motivos más grandes de frustración que una persona puede tener. De otra parte, el empleo es el instrumento por excelencia para vencer la pobreza. Desempleo y pobreza tienen una relación directa.

Por eso es preocupante cuando la economía crece, como lo está haciendo en Colombia, pero no genera el empleo suficiente. Por eso, hay que tener lo que se denominan políticas activas de empleo. Hay que salir al frente con dichas medidas y por eso saludamos con satisfacción el esfuerzo inicial que está haciendo la Alcaldía de Valledupar en esa dirección. 

En ese entonces, con los jóvenes vallenatos precisamos tres tipos de medidas y he aquí algunos aportes para construir realmente una política pública de empleo. 

EDUCACIÓN PERTINENTE

La primera tiene que ver con estudios, con formación de capital humano que llamamos ‘Más cupos-más becas’. Según análisis de Cesore, de los desempleados de Valledupar se encontró que el 53 % de ellos son solamente bachilleres. Muchos de ellos jóvenes. De estos desempleados bachilleres, algunos no continuaron sus estudios por diversos motivos. Unos por falta de capacidad para seguir pagándolos. Otros porque tuvieron que ir a trabajar. Otros porque no había suficientes cupos en universidades o institutos tecnológicos. 

Ahora, una persona que solamente ostenta el título de bachiller va a tener pocas oportunidades laborales de buena remuneración. Entonces la primera medida que acordamos fue que las autoridades deben tener, de una parte, la capacidad de trabajar con las instituciones de educación superior –técnicas, tecnológicas y universitarias- con el fin de ampliar los cupos, en particular lo que se llama educación pertinente. De aquellas carreras, profesiones u oficios que requiere el mercado local. 

Que los jóvenes estudien lo que quieran, pero que haya oferta educativa para los oficios o profesiones que solicitan los empresarios. Sin embargo, esto no es suficiente, hay que apoyar financieramente a los jóvenes de escasos recursos para acceder a dicha educación. Es su derecho. Por lo que se hace necesario estructurar un plan de becas, para estudio y sostenimiento.  

¡Imagínense las regalías del Cesar invertidas en educación en programas de esa naturaleza! ¡Haríamos bellezas! Primera tarea entonces, ampliar cupos de los institutos actuales con el Sena y Comfacesar a la cabeza y traer nuevos institutos de formación técnica y tecnológica y financiar un plan de becas, inclusive con apoyo del sector privado.

 Un auxilio mensual de $100.000 por joven, más una matrícula semestral del orden de $500.000 le costaría al erario público $1,100 millones semestrales, para 1.000 jóvenes, cifra perfectamente manejable para la Alcaldía y absolutamente menor para la Gobernación del Cesar. Este es el tipo de programas para invertir. Son el presente y futuro de la ciudad. Es la formación de capital humano. Es lo principal que tiene una persona: su educación. 

APOYO: JÓVENES-EMPRESARIOS

La segunda medida que hablamos con el grupo de jóvenes es la que se acaba de implementar por parte de la Alcaldía. Es decir, contribuir a pagar el costo laboral de un nuevo empleado formal, entre los 18-28 años, en las empresas vallenatas. Ya existe un aporte del 25 % del Gobierno nacional, la Alcaldía hará un esfuerzo adicional de otro 25 %, por tres meses para 300 nuevos empleos, es lo que hemos leído. 

Desempleo joven por ciudad.
FUENTE: Dane

Se aplaude el esfuerzo, la iniciativa y con eso se comienza. Pero sin lugar a dudas es insuficiente y es aquí en donde debería sumar la Gobernación. Las cuentas son fáciles, 1.000 nuevos empleos jóvenes apoyados con un 25 % de su costo de salario mínimo, no para tres meses, sino por 12 meses, cuestan 3.000 millones de pesos al año, una suma muy menor comparada con las grandes y suntuosas obras que se están proyectando en el Cesar. Además, es un apoyo no solo para los jóvenes, es también para los empresarios y para el aparato económico de la ciudad que necesita reactivarse. Ojalá se prioricen a mujeres jóvenes, que son quienes más están sufriendo por la tasa de desempleo en Valledupar.

El desempleo juvenil afecta principalmente a las mujeres.

Finalmente, con el grupo de jóvenes identificamos una tercera estrategia y es para aquellas personas quienes ya terminaron sus estudios y quieren optar por la vía del emprendimiento. Hay desempleados que son egresados técnicos o universitarios con ganas de emprender negocios. Para ellos se deben estructurar unas medidas de apoyo a proyectos o iniciativas productivas, pero que vayan más allá de la financiación. Es muy importante el acompañamiento técnico, la asesoría, no dejarlos solos.

Hay que darles asistencia técnica en producción, comercialización, apertura de mercados, marketing digital, participación en ferias, nuevas tecnologías, etc. No es solo dar la plata, es el acompañamiento, ojalá por períodos entre 6-12 meses. Para eso se propone que los laboratorios de innovación empresarial de las universidades, los gremios, Cámara de Comercio, son fundamentales para el acompañamiento. Se conoce la iniciativa con Bancoldex, que tiene el municipio, por ahí es el camino, seguir con ello, aumentar los fondos, irrigarles a los más pequeños, pero siempre con acompañamiento. 

En resumen, “más cupos-más becas”, recursos para apoyar empleos para los jóvenes y apoyo para el emprendimiento, son tres estrategias que ayudarán a consolidar una política pública para el empleo y emprendimiento juvenil. Aquí el aporte de Cesore en alianza con un grupo de jóvenes vallenatos.

Por: Cesore

Categories: Económicas
Colaboraciones EL PILON: