Después de acariciar la gloria el año pasado tras perder ante el estelar filipino Donnie Nietes, en un combate eliminatorio de campeonato mundial, el boxeador cesarense Pablo Carrillo vuelve al cuadrilátero para ostentar por un nuevo cinturón en su carrera deportiva.
Esta vez, ‘El Trencito’ Carrillo buscará el título continental de las Américas de la WBC (Consejo Mundial de Boxeo, en español) ante el estadounidense Dewayne Beamon, en pleito que se llevará a cabo el próximo 2 de abril en el coliseo Sugar Baby Rojas en Barranquilla.
La pelea, pactada a 12 asaltos por el peso supermosca (115 libras), es la estelar de la cartelera ‘Powerup’, organizada por la empresa Cuadrilátero Boxing.
“Estamos preparados, concentrados, para tratar de aprovechar esta nueva oportunidad”, señaló el ‘Trencito’ en conversación con EL PILÓN.
En abril de 2021, Carrillo sorprendió a los conocedores de la materia al resistir una dura pelea ante el filipino Donnie Nietes, la cual perdió por decisión unánime, pero que dejó muy buenos comentarios en la crítica boxística.
“Todavía hay personas que me llaman y me felicitan, una pelea que vieron en todas partes del mundo, son palabras de ánimo para uno seguir luchando por sus sueños”, expresó el pugilista de 33 años que se radicó en Galapa, Atlántico, luego que su familia se viera obligada a huir de la violencia que azotaba a El Copey (Cesar), del cual es oriundo.
En el municipio atlanticense dio sus primeros pasos en el deporte de las narices chatas, hasta llegar al profesionalismo.
CON LA ILUSIÓN DEL TÍTULO MUNDIAL
Carrillo actualmente ostenta el número uno del ranquin nacional en su peso y aparece bien ranqueado a nivel mundial en el escalafón de la AMB, en el cual alcanzó a estar en 2021 en el puesto número 8.
“Vamos a tratar de buscar un mejor ranquin para volver a buscar una oportunidad de título mundial”, señaló el ‘Trencito’, apodado así por su manera de pelear agresiva y siempre yendo al frente.
El cesarense ostenta un récord de 25 victorias (16 de ellas por nocaut), un empate y 8 derrotas.
Mientras aguarda la hora de su nuevo reto, el pugilista continúa su rutina diaria que inicia a las ocho de la mañana y culmina con un recorrido a las cuatro de la tarde buscando su mejor forma para seguir con la ilusión de regalarle a El Copey, el primer campeón mundial de boxeo de su tierra natal.
POR JOSÉ ALEJANDRO MARTÍNEZ / EL PILÓN.