Aunque el equipo de la Gobernación del Cesar representa la continuidad política y en gran parte administrativa y a la Alcaldía de Valledupar llegaron personas con experiencia, no han estado exentos de los percances que sufren los nuevos mandatarios.
A nivel departamental aunque inauguraron grandes colegios, los estudiantes de los 24 municipios que administra la Secretaría de Educación están sin Programa de Alimentación Escolar (PAE). Y así estarán por casi un mes por denuncias en contra de la licitación. Lo mismo pasa con el servicio de aseo.
También estuvo casi un mes sin poder firmar convenios y algunos contratos la gobernadora del Cesar, Elvia Milena Sanjuán, porque fue hasta el pasado 29 de enero que enviaron el proyecto. De ordenanza a la Asamblea del Cesar y este 7 de febrero la aprobaron, como lo registramos en nuestras páginas. La buena noticia también es para esos contratistas que estuvieron todo el mes de enero trabajando sin contrato.
En la Alcaldía de Valledupar la situación es similar. Aunque los estudiantes gozan del PAE, no tienen transporte escolar porque apenas están organizando los documentos del contrato. Sin duda, un golpe para esos estudiantes de la zona rural que demoran hasta 2 horas para recibir una clase. También ha habido problemas con la vigilancia de las instalaciones.
Por las demoras tradicionales de los nuevos gobiernos, igualmente, sufren alrededor de 5.000 estudiantes de los megacolegios concesionados a la Diócesis de Valledupar: César Pompeyo, César Andrés Escobar y Ricardo González. Por varios motivos la Alcaldía no pudo firmar el convenio antes del lunes 22 de enero, cuando iniciaron clases las instituciones públicas.
Así están muchas administraciones en el departamento y en el país. Lo importante es organizar la agenda para que en el 2025 no se repitan los traumas de nuevo año. Ya no sería tolerable.
Ahora bien, uno se pregunta si en los procesos de empalme no se pudo prevenir este tipo de situaciones y ahorrarles dificultades a la comunidad.
Corren los planes de desarrollo
También enfrentan otro desafío las autoridades departamentales y municipales del Cesar: la construcción de los Planes de Desarrollo. Este es un ejercicio democrático tan poderoso como el voto porque le permite a las comunidades compartir sus principales demandas sociales y apuestas de desarrollo.
Ojalá no haya imposición, ni se prioricen los gustos personales. El Cesar necesita ser escuchado y participar para que nadie se quede atrás en el desarrollo. Si no se escucha a los protagonistas, las inversiones no tendrán el impacto que se quiere. Recordamos el ejercicio de la Cartilla de Cesore, como un instrumento de consulta de las oficinas y despachos de planeación en el afán de establecer prioridades e ir rápidamente a la identificación de los aspectos claves, estratégicos y determinantes y de aquellos que causan el mayor dolor o bienestar en nuestros pueblos.
No olvidar la articulación con el Plan Nacional de Desarrollo y especialmente por la responsabilidad política que tiene cada gobernante su armonización con el programa de gobierno expuesto en la campaña porque el voto también fue programático.