Las secretarías de Tránsito y Educación de Valledupar no pasan por su mejor momento. El tamaño de los problemas que tienen ha hecho que estas colapsen y manden un mensaje negativo a la comunidad. Tránsito ha mostrado su ineficacia para atender la demanda de motociclistas que quieren aclarar su situación para cumplir el Decreto 000396, para controlar la mafia que se ha aumentado últimamente que se encarga de desaparecer comparendos, disminuir su monto o sacar de los patios las motos inmovilizadas sin pagar las infracciones.
Los problemas administrativos, de carácter legal, y los desatinos para mejorar el tránsito en la ciudad también se le suman a esta lista, que puede ser más larga si se hila delgado. Preocupa que sea el mismo Secretario de Tránsito el que afirme que “afortunadamente la mafia que hay la hacen afuera y no adentro de su oficina”. Aquí no importa si es afuera o adentro, lo importante y a lo que hay que prestarle atención es a lo que se cocina a su alrededor porque para disminuir o desaparecer un comparendo algo hay que hacer adentro. No son nuevos los rumores de malas prácticas dentro de la Secretaría de Tránsito.
Esta sectorial de la Alcaldía de Valledupar desde el gobierno de Fredys Socarrás ha dado pasos equivocados. Ha estado en tres sedes diferentes, del barrio Cañaguate pasó al Mercado Público a una incómoda sede y ahora está en Mercabastos, donde tampoco se han acomodado bien para atender a la ciudadanía como debe ser. Las denuncias que hizo el mismo Oscar Tom para que la justicia investigue la presunta mafia no son suficientes, porque mientras no se implementen estrategias de seguridad que garanticen que los procesos en Tránsito son legales, el municipio seguirá perdiendo por los recaudos que deja de hacer por culpa de las mafias enquistadas.
Por otra parte, en la Secretaría de Educación no saben a quién echarle la culpa por el pésimo manejo que le han dado al transporte escolar que ya debía estar contratado. Asdrúbal Rocha ha sido un secretario anodino, que se lava las manos en las supuestas decisiones del Alcalde Socarrás, a quien acusa de haberle quitado sus funciones. Bienvenido el debate que citó el Concejo Municipal para aclarar este tema.
En Educación Municipal las cosas no funcionan bien y eso debe ser reflejo de la distante relación que se percibe entre el Secretario y el Alcalde. No es hora de sacar los trapitos al sol, sino de solucionar el transporte y todo lo que necesiten los estudiantes de Valledupar, en su zona urbana y rural. Los menores no saben de política, ni de poder, solo les interesa tener sus necesidades resueltas para recibir como debe ser sus clases.