Cinco niños de la etnia yukpa, pertenecientes a los resguardos Shusueye e Iroka ubicados en la vereda El Limón del municipio de Agustín Codazzi, fallecieron el domingo 24 de marzo tras supuestamente consumir un fruto de corozo que les provocó cuadros clínicos relacionados con intoxicación alimentaria. Las víctimas mortales eran hermanos.
“Enviaremos al Instituto Nacional de Salud los frutos (corozo) para que ellos los estudien y determinen como posible causa de intoxicación“, precisó el secretario de Salud, Juan Carlos Mindiola.
Tres de los menores de la misma familia, de edades 7, 11 y 15 años, murieron inmediatamente en su lugar de residencia. Los otros dos, una niña de 3 años y un niño de 13, perdieron la vida en la clínica Sermultisalud de Codazzi cerca de las 7:25 p. m.
Los cuerpos fueron trasladados por el CTI de la Fiscalía a Medicina Legal en Valledupar para realizar la necropsia y establecer las causas exactas del fallecimiento.
Por este lamentable hecho, el equipo epidemiológico del departamento y miembros de la EPS Dusakawi, se desplazaron hasta el sitio del suceso para verificar e inspeccionar lo pertinente al caso.
“Todas las autoridades estamos al frente de esta situación. Queremos esclarecer lo sucedido porque de verdad que estos hechos no queremos que sucedan a nuestros menores”, dijo a EL PILÓN, Víctor Espinosa, secretario de Gobierno de Codazzi.
Frente a este triste hecho, el mandatario de Codazzi, Hernán Baquero, lideró un consejo extraordinario de Gobierno para tomar medidas frente al caso, al tiempo que aprovechó para enviar sus condolencias a esta familia indígena. “La hipótesis de las muertes va derivada a una causa de intoxicación exógena, estamos pendientes a confirmar cuál fue la razón de esta tragedia tan grande”, acotó.
Cabe mencionar que en el momento que se registró esta tragedia la madre de los menores no se encontraba en el resguardo debido a que se había desplazado hasta Valledupar para traer a otro hijo que presentaba afectaciones de salud.