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“Trabajar, trabajar y trabajar”

Fue la frase de un famoso presidente de la República, de cuyo nombre no quiero acordarme, amparada bajo el paradigma que a mayor trabajo mayor productividad. Pues bien, está demostrado que eso de trabajar más para producir más, es falso y, para muestra el siguiente botón: Colombia es dentro de la Ocde el país con la jornada laboral más larga con 48 horas a la semana, situación que contrasta con la del Canadá 40 y Finlandia con 38 horas semanales.


De acuerdo con el citado paradigma, Colombia debería ser el país más productivo del mundo, y estamos lejos de serlo. Rompiendo con la citada tesis, se aprobó la Ley 2101/2021 que redujo la jornada laboral a 42 horas a la semana, que sigue siendo extensa, pero que es un buen comienzo.


El fenómeno de las jornadas laborales extensas, viene incidiendo de manera directa en la tasa de natalidad registrándose un bajón del 14.6 % respecto del año 2023 (¡!). Situación preocupante, pues se trata de la fuerza laboral del futuro. Es por ello que Vladimir Putin, presidente de Rusia, donde la tasa de natalidad se vino en picada, propuso que, en aras de fomentar la natalidad en ese país, se pudiera tener sexo en las horas del mediodía con mayor tranquilidad, para luego retornar nuevamente al trabajo, sin poder esgrimir excusas por “exceso de trabajo”.


En contraste, entidades creadas para la protección de la familia, en el entendido que es el núcleo fundamental de la sociedad, insisten en implementar un sistema a nivel nacional donde se labore 24 horas los 7 días de la semana, sin ni siquiera tomarse la molestia de hacer un estudio técnico por parte de expertos que evalúen la situación particular de los niños, niñas y adolescentes en cada región, y en los Centros Zonales que hay en el país, pues no es lo mismo hablar del Amazonas, que hablar de Medellín. Y sin tomarse la molestia de medir el impacto que ello tendría en la vida familiar de sus empleados, pues dicha implementación se hará sin ampliar la planta de personal de dicha entidad.


Queda de plano descartado, al menos por ahora, que los empleados puedan dedicarle tiempo de calidad a sus familias, a sus hijos e hijas, y mucho menos pensar en procrear. ¿Solo habrá tiempo, nos preguntamos, para trabajar, trabajar y trabajar? Y, ¿el ministerio del trabajo? Muy bien, gracias.
La frase de cierre: “La riqueza no está en la jornada larga de trabajo, eso es carreta, es para esclavos y esclavas, no engañen al pueblo, la riqueza está en el tiempo libre para disfrutar la vida, amarla y quererla”. Gustavo Petro Urrego presidente de Colombia, discurso del 19 de septiembre de 2024 Bogotá (D.C.).

Por: Darío Arregocés Baute / darioarregoces2308@hotmail.com

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