Están circulando por las redes sociales muchos videos en donde el entonces candidato Iván Duque Márquez, manifestaba su contrariedad y su reproche sobre la intención de nuevos incrementos de impuestos para los colombianos.
Incluso, hay un video en donde le preguntan: ¿Qué no harías nunca en tu mandato?, y responde tajantemente: “engañar al país”. También le preguntaron: ¿Qué no dejarás hacer en tu mandato?, dijo: “hacer una gran reforma fiscal, para que esta economía se recupere bajando impuestos y mejorando, además, los ingresos de los trabajadores”.
Esto a ojos de los colombianos es la gran mentira del ahora Presidente de la República, porque lo que se está promoviendo con su Ministro de Hacienda y sus copartidarios del Centro Democrático en el Congreso es la maquiavélica y controvertida Ley de Financiamiento, que no es más que una estructurada reforma tributaria para grabar con más impuestos toda la canasta familiar.
La mayoría de colombianos y quienes se afectan directamente con estos impuestos se preguntan: ¿Por qué Duque tenía un discurso como candidato y ahora como Presidente reversa todo lo prometido? Las incógnitas son muchas. Los ciudadanos aseguran que el discurso de Duque como candidato ha sido el más embaucador que han escuchado de los últimos candidatos-presidentes del país.
Otros estiman que Duque está siguiendo un camino que le ha forjado, tal vez, su mayor mentor. Inclusive, muchos colombianos están diciendo que Duque ejerce solamente su presidencia en los talleres Construyendo País y desde la Casa Nariño hay otros promoviendo los asuntos de gobierno.
Por esta y otras razones, los colombianos precisan que el discurso del presidente Duque, dista mucho en lo que se piensa en la Casa Nariño y en lo que él hace en los talleres Construyendo país.
Pero lo más cierto es que el país se está desboronando a migajas al querer introducir una Ley –disfrazada- que procura acabar con las clases media y baja.
Los colombianos están abismados y no entienden porque los poderosos políticos del país miran alborozados grabar con impuestos el huevo, el arroz, la yuca, el pan, la leche, la lenteja y toda la canasta familiar, mientras que otros productos como la gaseosa, el tabaco, licores, armas de fuego, carros de alta gama, comidas chatarras, transacciones en banco extranjeros, alimentos importados, ropa de marca, etc., quedan exentos.
Uno no entiende, al menos mis consejeros periodísticos Tíochiro y Tíonan se ponen las manos en la cabeza horrorizados, por qué muchos colombianos apoyan a Duque ante semejante barbarie. No se encuentra coherencia y mucho menos cohesión en esa Ley de Financiamiento, ahí lo que hay es un contenido de saqueo que patrocina el gobierno nacional hacía la clase menos favorecida.
Entienden mis consejeros periodísticos, que en todo esto se mueve una cortina de humo, el gobierno y sus séquitos están entreteniendo a los colombianos para que no puedan discernir lo que se está cocinando en el Congreso de la República para poner en marcha en las próximas elecciones regionales.
Ya es sabido que aquí en Colombia nada es increíble, aquí todo puede pasar y por tal razón lo que se está diciendo y cocinando es que los partidos políticos que han sido “construido” en la última década entrarán a reforzar una unidad para aniquilar al adversario y tomar todo el control del Estado, algo así como ocurrió en nuestro país vecino Venezuela. Hasta la próxima semana.
Por Aquilino Cotes Zuleta-tiochiro@hotmail.com @tiochiro.