Es coyuntural la situación que, en términos presupuestales, vive en los actuales momentos la Región Administrativa y de Planificación, RAP, del Caribe, en razón a que está en proceso la definición de nuevas partidas o distribución de recursos adicionales en el Plan Nacional de Desarrollo.
En ese sentido, el director de la RAP Caribe, Amylkar Acosta Medina, sostuvo un encuentro con el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, donde le planteó “la necesidad de asignar la partida para el financiamiento de las RAP del país en el proyecto de adición presupuestal para la actual vigencia”.
Esa gestión del director de la RAP Caribe es muy pertinente y oportuna, no obstante, esa tarea, por sí sola no es suficiente, es ahí donde se requiere el concurso de toda la dirigencia política costeña, que la bancada congresista del Caribe vuelque la mirada hacia ese fundamental tema, además de los gobernadores de esta parte del país.
Es en el marco de la unidad costeña que se puede consolidar el objetivo principal de La RAP Caribe, el cual no es más que actuar bajo una alianza fuerte y robusta entre departamentos para conseguir propósitos sociales, económicos y de desarrollo común y generar proyectos en áreas específicas.
El exministro Acosta Medina ha venido dando luces para un máximo logro presupuestal para la RAP Caribe, para ello se ha basado en el artículo 44 del Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2022-2026 que acaba de ser aprobado y que define la financiación de las regiones administrativas y de planificación.
Es decir, la viabilidad legal tiene el camino expedito, según explica Acosta Medina, para que la Nación haga aportes anuales de recursos mediante “transferencia no condicionada y de libre destinación, de acuerdo con las disponibilidades presupuestales que se incluyan en la ley anual del presupuesto”.
También conceptúa el director de la RAP Caribe, que la distribución de estos recursos dependerá de los criterios que establezca el Gobierno nacional, de acuerdo con el texto aprobado por el Congreso de la República, y el monto anterior aumentará anualmente en un porcentaje igual al índice de precios al consumidor (IPC) del año inmediatamente anterior.
Al momento de la ejecución de los proyectos de inversión se podrá contar con el acompañamiento técnico del Departamento Nacional de Planeación, DNP, tal como está establecido en el Plan Nacional de Desarrollo, eso hace pensar que el margen de improvisación sería mínimo a pesar de que la creación de la RAP es relativamente nueva.
Así las cosas, lo único que haría falta es la voluntad política por parte del Gobierno Nacional y es por ello que se requiere el jalonamiento unánime de todas las fuerzas vivas de la región Caribe para presionar o persuadir al ente central sobre la importancia de respaldar presupuestalmente a la RAP Caribe y hacerle entender, además, que desde hace décadas existe una brecha de desigualdad al momento de la distribución de los recursos del estado entre las distintas regiones de Colombia.
Es la oportunidad para que el Gobierno nacional comience a saldar las deudas de inversión social que tiene con el Caribe colombiano, la RAP puede ser el camino para ello.
También es el momento para que los gobernadores costeños se pongan al día con sus aportes a la RAP, la gran mayoría está en mora, esta entidad a la fecha solo ha logrado recaudar 240 millones de pesos por ese concepto, algo irrisorio para la gran misión que acaba de emprender.