Bienvenidos los acuerdos sobre agilización en La Habana y el desescalamiento del conflicto armado en Colombia, que ayer anunciaron los negociadores del gobierno.
Humberto de la Calle y Sergio Jaramillo. El hecho de que el Gobierno y las Farc creen condiciones que permitan llegar a un cese del fuego, es un buen indicio y le da un nuevo aire a los diálogos que se ahogaban en medio de la bruma incoherente del grupo subversivo que estaba enviando mensajes diferentes con sus acciones armadas.
Los negociadores fueron claros en explicar que el desescalamiento no puede confundirse con el cese de fuego bilateral y definitivo, sino que el cese del fuego debe ser estudiado y hace parte del proceso de agilización en una etapa posterior, tal como lo discutieron el domingo anterior en la Mesa de Conversaciones sobre las medidas para agilizar las discusiones en La Habana y desescalar el conflicto en Colombia.
Es una buena decisión involucrar a Naciones Unidas. Su secretario general, Ban Ki-moon dio la bienvenida a la intención del gobierno colombiano y de las Farc de invitar a las Naciones Unidas a acompañar las discusiones, y anunció enseguida su disposición de dar “todo el apoyo que se requiera para asegurar el éxito del fin de las negociaciones y la implementación de un acuerdo de paz en Colombia”.
Desde el próximo lunes 20 de julio se debe respirar ese nuevo aire, cuando las Farc comienzan su cese al fuego unilateral, por un mes, y el gobierno el desescalamiento de las acciones armadas contra el grupo armado ilegal.
En el Cesar en el último mes se ha sentido el temor por la aparición de la guerrilla, y aunque no precisamente de las Farc, sino supuestamente de un grupo del Eln, que quiere hacerse sentir en el centro y sur del departamento.
Esta situación hace recordar épocas difíciles que dejaron muchos saldos negativos. Por eso todo lo que se haga para seguir el proceso de paz y lograr la finalización del conflicto armado es bienvenido. Esperemos que las partes cumplan sus anuncios y que ojalá se llegue al cese al fuego bilateral. Le haría bien al país.