A instancias del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD) y de la Cámara de Comercio de Valledupar, entre otras organizaciones, se realizó en Valledupar, el pasado viernes, un foro muy importante titulado: “Tierras, territorio y desarrollo rural. El Cesar: razones para la esperanza”, al cual fueron invitados los candidatos a la Gobernación del Departamento del Cesar.
En el foro se presentó en la capital del Cesar el informe “Colombia Rural, razones para la esperanza”, entregado hace pocos días por el PNUD al propio Presidente de la República, Juan Manuel Santos Calderón, y al Ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Juan Camilo Restrepo Salazar.
La instalación del evento estuvo a cargo de Gabriel Turriago, directivo del PNUD en el Cesar, y del Director de la Cámara de Comercio de Valledupar, José Luis Urón Márquez. Y la presentación del documento estuvo a cargo del destacado economista Jorge Iván González, asesor del PNUD, y del periodista Carlos Chica.
Esta vez las preguntas no fueron formuladas por los periodistas de los medios de comunicación de la ciudad, sino por representantes de los sectores vinculados directamente con la problemática de la tierra y el desarrollo agropecuario del país y del Cesar. Participaron Leonor Zalabata, por las comunidades indígenas; José Tomás Márquez, por las comunidades afrodescendientes; Hugues Fragoso por las Organizaciones de Población Desplazada; Isolina Quintero de las Asociaciones Campesinas, Mario Vergara de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (Anuc).
Participaron los candidatos: Basilio Padilla, del Partido Liberal, Rubén Darío Quintero, del Partido Conservador; Romelías Durán del AICO y Omar Martínez Ovalle del Partido MIO. Lamentablemente, no asistieron los candidatos Arturo Calderón Rivadeneira, de Afrovides, y Luis Alberto Monsalvo del Partido de la U.
Este documento, al cual nos habíamos referido en un anterior editorial, merece ser consultado, discutido y analizado por la clase dirigente, pública y privada, de esta región del país. En el mismo, se presenta de manera muy acertada el problema de la tierra en el país, relacionados con su concentración, los conflictos en torno a su uso, pero también el atraso del sector agropecuario de cuyo futuro no puede ser ajeno el sector urbano, como hasta ahora se ha pretendido.
Además, se ratifica algo que, a veces, muchos olvidan: Colombia es un país rural; el 35 por ciento de su población viven en las zonas rurales y las tres cuartas partes de sus municipios son rurales, fundamentalmente.
Pero si se afirmamos que Colombia es un país rural, con mayor razón debemos decirlo del departamento del Cesar: somos una región con vocación agropecuaria y eso no lo debemos olvidar, como ha sucedido en los últimos años por el espejismo de la explotación minera.
Como bien lo advirtieron varios de los conferencistas durante el evento, la solución a buena parte de la problemática del departamento pasa por la solución a los problemas del sector agropecuario. Tenemos más de 140 mil desplazados, una alta tasa de pobreza, indigencia y desempleo, y – a la vez- una concentración de la tierra superior a la tasa promedio del país.
Sobre todos estos temas tendrá que trabajar – de manera rigurosa- el nuevo gobernador del Cesar, de manera articulada con el Gobierno Nacional y a la dirigencia empresarial, campesina, e indígena y afrodescendiente del Cesar. El futuro del departamento pasa por el porvenir del sector agropecuario y este no es el más halagador, a juzgar por lo que se discutió y conoció en el foro sobre Tierras, territorio desarrollo del sector agropecuario.