Por: Freddy Oñate Acevedo/EL PILÓN
Las tiendas de barrio son importantes para aquellas personas que no tienen la facilidad de realizar compras en un almacén de cadena. Además los propietarios de estos sitios, ofrecen facilidades de pago para quienes no cuentan con un ingreso necesario para adquirir los víveres de la canasta familiar.
Según el último censo realizado por la Cámara de Comercio en este sector, en el 2011 estaban registradas ante la entidad, 519 tiendas en Valledupar. Sin embargo la Federación Nacional de Comerciantes, Fenalco seccional Cesar, afirma que son cerca de 2.000 las tiendas de barrios que hay actualmente en la capital del Cesar.
Partiendo de lo anterior, Fenalco afirma también que los tenderos aportan entre un 15% y un 20% a la economía, pues aparte de pagar puntualmente las facturas de los distintos distribuidores, emplean a personal para que atiendan a las personas que se acercan a las distintas tiendas.
“Si un comerciante tiene una tienda grande y contrata a seis personas, ya está generando empleo. Hay tiendas que son atendidas por sus propietarios, pero hay otros negocios que son mucho más grandes y necesitan de trabajadores para manejar la clientela que se acerca a adquirir cualquier producto”, dijo Moisés Cartagena, coordinador de Marketing y Comunicaciones de Fenalco Cesar.
De igual manera, para quienes tiene su negocio, como los tenderos, tal es el caso de Luis Ángel Mejía, “nos convertimos en los aliados de los vecinos, de alguna manera ayudamos a que puedan comprar lo que necesiten, si no tienen en el momento yo les fío, porque uno entiende que la situación económica está muy difícil, pero siempre me pagan”, afirmó.
Asimismo, quienes hacen sus compras en estos lugares piensan que en ocasiones, aunque no salga tan rentable realizar el mercado allí, es la única forma en que pueden hacerlo, es el caso de Marina Fernández, del barrio Obrero que afirmó, “yo compro a diario porque así me pagan, es muy raro que yo vaya al mercado a hacer compras porque, primero no me queda tiempo, y segundo no alcanza lo que compro para la semana, así que compro aquí en la tienda. Además que cuando no tengo dinero el señor me fía”.
Es así, como las tiendas sacan de apuro en muchas ocasiones a los vecinos de la localidad. Teniendo en cuenta el crecimiento que ha tenido Valledupar con la construcción de viviendas en nuevos sectores, se hace necesario que haya una expansión de estos centros de comercialización.
Para José María Martínez, tendero del centro, “lo que más compra la gente aquí son los huevos, el arroz, el aceite, la leche, la sal, el azúcar y plátanos, esto para los productos que hacen parte de la canasta familiar, pero siempre se vende también las gaseosas y los mecatos, para las meriendas de los niños que van al colegio”.
Así pues, las tiendas se han convertido en lugares que ofrecen una mayor facilidad de adquisición para los habitantes de los múltiples sectores de la ciudad de Valledupar que no cuentan con una quincena o mensualidad que les permita hacer un mercado, incluso semanal.