Un nuevo acto terrorista, esta vez en Londres, que se suma al de Manchester y a muchos más que han dejado víctimas inocentes; no hace falta ser un gran investigador para saber de dónde provienen, ISIS, pero así como estos ataques nos duelen y nos estremecen, debería pasar con lo mismo con el ataque terrorista ambiental propiciado por Donald Trump, con el abrupto anuncio del retiro de EEUU del Tratado de París, obedeciendo intereses electoreros de sus aportantes de campaña, cuyas economías dependen del negocio del carbón y otros que se ven afectados por el freno que esto le pondría a sus fábricas, generadoras de más del 15 % del dióxido de carbono mundial.
Una verdadera catástrofe global que puede desencadenar un efecto dominó en otros países, al ver que EEUU patea el tablero, también desearían hacer lo mismo; un tratado que necesitó más de 20 años para construirse, incluyendo países tan recios como China que emite un 25 % ¿Y por qué? Por un irresponsable millonario que no cree en el cambio climático y antepone su visión mezquina y comercial por encima de resultados científicos, comprobados y tangibles, como que la tierra en sus dos últimos años ha roto records de altas temperaturas. Entonces ¿Dónde vamos a vivir? ¿Cuál es el futuro que le espera a la nuevas generaciones? ¿Un planeta sin agua, sin especies y devastado? La situación es grave porque este tratado pretendía controlar el aumento de la temperatura que está causando toda clase desordenes, debido en gran parte a la emisión exagerada de gases que causan el efecto invernadero, los nevados y los polos se están acabando a ritmos acelerados, las crecientes de los ríos son ahora más fuertes por la mayor intensidad de lluvias, las sequias más prolongadas, los ciclones y huracanes más devastadores; un aumento de dos grados puede ocasionar hasta que la agricultura sea inviable, lo que generaría un caos en la alimentación mundial, es un golpe al recambio de energías fósiles contaminantes por energías alternas y renovables como la solar y la eólica, que tienen mucho futuro en Colombia. Lo que pasó en Mocoa, record de lluvia; el deshielo exagerado de la Sierra Nevada, las altas temperaturas registradas en Bogotá, son consecuencias de una crisis que no se ha atendido con la suficiente responsabilidad, pero que atañe aún más a las grandes potencias que están acabando un planeta que si sigue al ritmo que va, puede desaparecer la vida en un futuro.
¿Qué hacer? Con o sin EEUU hay que seguir, las demás potencias están comprometidas, incluso muchos alcaldes y gobernadores gringos están con el acuerdo, no se puede bajar la guardia, hacer lo que nos toca por muy pequeño que sea, seguir implementando políticas que beneficien el medio ambiente, reforestando y reciclando; hay que crear una nueva conciencia del peligro que afrontamos y como debemos responder ante esta amenaza global que se ha convertido el capricho del Presidente de EEUU, las entidades gubernamentales deben enfocar sus planes a mitigar el impacto y tratar de invertir más recursos en construir una dinámica verde que logre frenar esta tragedia. Esperemos que el terrorismo ambiental, solo sea en el mandato de Trump y EEUU recupere el liderazgo ambiental impuesto por el exvicepresidente, ecologista y Premio Nobel de Paz 2007, Al Gore y el mismo Barack Obama. @JACOBOSOLANOC