Una fuerte sequia se vive por estos meses en nuestra región, un fenómeno que afecta no solo al sector agropecuario, si no que se convierte en factor primordial para el registro de incendios forestales.
Zonas de riesgo
Varios incendios forestales se han presentado en diferentes zonas de Valledupar y en municipios aledaños como Bosconia, El Copey, San Alberto y Pueblo Bello.
Según datos del Cuerpo de Bomberos Voluntarios Valledupar, las zonas más vulnerables a los incendios son las situadas en la zona norte debido a su cercanía con la Sierra Nevada de Santa Marta.
Los daños que ocasionan los incendios forestales, van más allá de lo que podemos imaginar, ya que no solo son llamas y humo lo que se levanta sobre un terreno.
En la biodiversidad que se desarrolla en las zonas afectadas por los incendios, suceden cambios que provocan la movilidad de la fauna existente, algunos animales sobreviven refugiándose, pero otras especies huyen para asentarse en zonas más seguras. La flora también se ve afectada pues deben adaptarse a un nuevo terreno luego de los incendios. Además, los residuos de plantas quemadas se convierten en foco de enfermedades y plagas.
Los suelos, luego de un incendio quedan casi estériles, limitando la recolonización de las plantas; además, se incrementa la erosión, lo que reduce la posibilidad de recuperación. El suelo se vuelve más impermeable, impidiendo la penetración del agua. Todo esto afecta en el crecimiento de la fauna devastada. En muchas ocasiones estos suelos erosionados no se pueden recuperar.
El agua alrededor de las zonas incendiadas se enturbia de cenizas y no deja pasar la luz del sol a las plantas acuáticas, alterando los procesos de fotosíntesis.
La alta concentración de sustancias sólidas también provoca alteraciones en el sistema respiratorio de la fauna acuática.
Los incendios forestales provocan la emisión a la atmósfera, de gran cantidad de gases de efecto invernadero, como el CO2 y la emisión de partículas en suspensión como consecuencia de la combustión de las masas forestales.
Los productos resultantes de la quema, pueden también ser transportados por el aire y acabar contaminando las corrientes de agua cercanas.
Los incendios forestales tienen un gran impacto sobre la economía y las formas de vida de la población rural que depende directamente del monte. Los incendios reducen la cobertura de terreno arborizado, el fuego predisponen las masas forestales al ataque de las plagas y enfermedades, disminuyendo su valor productivo.
Otros daños que afectan al valor económico del monte tienen que ver con la alteración del crecimiento de los árboles, la invasión de especies indeseables, la pérdida de cultivos. Hay sectores que son dedicados al turismo y la recreación y, con un incendio forestal, estas zonas disminuyen su valor ocasionando perdidas de recursos.
Reporte del Ideam
Según el Ideam, en 12 departamentos del país hay alerta por la ola de sequía que continuará hasta mediados del mes de marzo. Entre los departamentos que se encuentran en alerta están Cesar, Bolívar, Magdalena, Guajira, Atlántico, los Santanderes y Boyacá.
La acción del hombre
Se estima que entre el 80% y 90% de los incendios forestales son ocasionados por la acción humana. Es por causa del hombre que se ha disparado la frecuencia de ocurrencia de estos casos. Si bien es cierto que los incendios forestales naturales hacen parte del funcionamiento del ecosistema, el problema esta en el aumento de incendios de este tipo, que sobrepasan la capacidad que tiene la naturaleza misma de recuperación.
Por esto la batalla es de todas las personas, para que tomen conciencia de las graves consecuencias que pueden traer por un descuido, tirar botellas de vidrio a zonas de alto follaje o colillas de cigarrillo y quemas provocadas.