La expectativa con la construcción de la Universidad Nacional, sede La Paz, en el departamento del Cesar, crece con la llegada del mes de octubre, cuando se supone estamos a escasos 60 días para que los trabajos contemplados en el contrato en ejecución se terminen de acuerdo con los últimos plazos.
La obra que tiene invertidos dineros provenientes del Sistema General de Regalías, por el orden de los $ 52 mil millones, tiene estipulada en una primera etapa la construcción de 26 aulas, cafetería y biblioteca, zonas verdes, parqueaderos y el área administrativa. Le siguen una segunda y tercera fase, que tienen un valor de más $150.000 millones, recursos con los que quedaría listo un centro proyectado para recibir 5.200 estudiantes.
Ante todo este alentador panorama para la educación regional, porque no solo beneficiaría a los jóvenes del departamento del Cesar, sino de La Guajira, Bolívar, Magdalena y en general a todo el país, es que la sociedad espera que esta primera etapa no sufra más retrasos, como ha sido la constante hasta ahora, si se tiene en cuenta que el plazo inicial estaba contemplado para el mes de febrero de 2015, pero han pasado dos años de prórroga en prórroga.
Este año desde que el contralor general de la República, Edgardo Maya Villazón, sirvió como garante en el mes de junio para conformar una veeduría ciudadana en el Cesar, para hacerle seguimiento a la construcción de la sede La Paz, el sueño de los cesarenses volvió a tomar fuerza, porque la veeduría ha hecho bien su trabajo en estos meses, poniendo la alerta, como la hicieron el pasado 22 de septiembre, cuando dieron a conocer que en las diferentes visitas al sitio de construcción han observado pocos trabajadores, a pesar de su insistencia a la firma contratista de reforzar la mano de obra, petición a la que han hecho caso omiso: “…la falta de compromiso por parte del contratista es total y el panorama actual en obra es desolador y de abandono”, dicen los veedores Alfonso Araujo Cotes, Hernán Cabello, Ernesto Altahona, Emilio Araos, Francisco Fuentes y Gustavo Gnecco, en una carta enviada al gobernador del Cesar, Francisco Ovalle.
Esperamos que la contratista, la Unión Temporal Uninal Cesar, que tiene como representante legal a Javier Bernardo Varela De Ávila, cumpla con la última prórroga, y sobre todo, escuche las observaciones de la veeduría ciudadana y las cumpla, solo así podrán terminar la construcción de la primera etapa. Ya la Uninal La Paz no aguanta más espera.