Pablo Ávila, oriundo de Codazzi, Cesar, se perfila como una de las grandes promesas del tenis
Pablo Ávila, de 10 años de edad, que aprendió a jugar tenis viendo por televisión a Rafael Nadal y quien en apenas seis meses de práctica ya ganó un torneo en Valledupar y otro en Barranquilla, se encontró con la sorpresa de que por su buen desempeño fue subido a la categoría de los 12 años.
La noticia se conoció en el torneo local número 8 de la Liga de Tenis del Atlántico, que se jugará entre hoy y mañana en la cancha del Country Club de Barranquilla.
“Por el nivel mostrado lo subieron con niños de 11 y 12 años de mayor fortaleza física, más no técnica, además le toca jugar un triangular para poder llegar a los 6 mejores y así por muerte súbita hasta la final, veremos hasta dónde llega, a ver si damos la gran sorpresa”, dice su padre y entrenador, el ingeniero Hugo Ávila.
Se jugará en cancha de polvo de ladrillo, donde el cesarense busca revalidar lo logrado en la Copa Petromil del Club Lagos de Caujaral donde fue campeón y en los Juegos por la Integración Ciudadana de Valledupar, donde por primera vez se alzó con un titulo.