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Un teléfono, el arma más peligrosa en prisión

Desde las cárceles de Barranquilla, Cartagena y Santander se registra el mayor número de llamadas extorsivas en el país.

“Aló, dije. En ese momento escuché el llanto de un hombre que relacioné con la voz de un sobrino. Al oírlo dije: Carlos, que le pasó, por qué lloras, que pasó. Y él entre el llanto me dijo: tía, necesito que me ayude, me tienen detenido pero le aseguro que yo no hice nada”.

“Señora, tenemos detenido a su sobrino Javier, y necesitamos que nos entregue algunos datos e información para ver qué podemos hacer por él porque en un retén lo encontramos portando un arma ilegal, y por eso lo tenemos retenido”, fue lo que indicó el hombre que se identificó como un Policía.

“En ese momento otro hombre tomó el teléfono y empezó a decir cosas. Ahí empezó la más grande angustia de mi vida porque me exigían una ayuda de dos millones de pesos para dejar libre a mi sobrino”, narró una víctima de esta modalidad de extorsión carcelaria, que pidió reserva de su identidad.

Laura, llamaremos a la víctima, hace parte de un numeroso grupo de ciudadanos que por poco caen en las ‘garras’ de extorsionistas. Quienes sí han accedido a las pretensiones de los delincuentes es por no dar aviso a las autoridades por temor a represalias.

El Grupo Antisecuestro y Antiextorsión, Gaula, de la Policía ha identificado que esta modalidad delictiva es ejecutada desde diferentes establecimientos carcelarios, donde un teléfono celular se convierte en el arma más poderosa para cualquier extorsionista.

Que un presidiario pueda acceder a un teléfono basta para que a través de este, usando todo tipo de engaños o amenazas, pueda adquirir dinero de manera rápida y fácil. Estos casos no son exclusivos de Valledupar, en todo el país, las cárceles además de ser un lugar de reclusión y resocialización, en gran medida, son foco de muchos delitos.

EL PILÓN conoció que en los tres meses del presente año ya van 32 denuncias de extorsiones carcelarias en Valledupar y en el mismo periodo del año anterior fueron reportados 45 casos.

“El arma más letal que tiene un recluso en la cárcel es un teléfono celular, porque la otra persona no lo está viendo, simplemente una llamada de un número que consigue en internet, en periódicos o simplemente directorios telefónicos logran recaudar cualquier suma de dinero”, explicó el jefe del Grupo de Prevención del Gaula de la Policía Cesar, intendente Juan Felipe Jiménez.

El agente además aseguró que la mayoría de llamadas que provienen de una cárcel terminan en consignaciones en diferentes empresas de giros, “son muy pocas las entregas de dinero presenciales, las que alguien va a reclamar el dinero; todas dan un nombre, una cédula y un giro por diferentes empresas como Éxito, Súper Giro, Efecty; esa es la modalidad que se utiliza desde las cárceles”.

La autoridad en el tema señaló que las extorsiones desde los centros de reclusión tienen una particularidad, la rapidez con la que se pide la consignación, pues advierten que debe hacerse el mismo día. “Normalmente los reclusos tienen contactos afuera que les dan información personal de las víctimas o, en ocasiones, la consiguen usando el directorio telefónico”, acotó.

Por otro lado, el Grupo de Prevención del Gaula de la Policía Cesar dio a conocer que en las encuestas realizadas por la Cámara de Comercio, se ve reflejado que la modalidad bajó a un 2 %, demostrando que las personas que han confiado en las autoridades con estrategias policiales como ‘Yo no pago, yo denuncio’.

Hace una semana con la citada estrategia se frustró una extorsión presencial, en el barrio La Nevada, en el noroccidente de Valledupar, donde fue desvertebrada una banda llamada ‘Los Cerveceros’, que cobraban a los conductores de camiones de cervezas por ingresar a los barrios, así mismo a los denominados ‘Los Nevados’, que delinquían en este mismo sector de la ciudad.

Ambos grupos delincuenciales cobraban cuotas mínimas desde los 2 mil pesos para que los carros lograran descargar el surtido. También lo hacían con busetas, taxis e incluso mototaxis. En el operativo, se hicieron efectivas un total de 12 capturas.

Por lo general, los extorsionistas substraen información desde internet, directorios telefónicos e incluso por familiares cercanos.

¿Por qué los presidiarios tienen acceso a los teléfonos celulares? Y ¿cómo controlan dentro de las cárceles el manejo de los celulares, si se supone que esto es prohibido? Ante esto, el grupo del Gaula explicó que en la Penitenciaría de Alta y Mediana de Valledupar hay inhibidores de señal o bloqueadores que tienen un radio de cobertura amplio y se pudo implementar por su ubicación lejana a la ciudad, caso contrario de la Cárcel del Distrito Judicial de Valledupar, ubicada en el barrio Dangond, donde no se puede instalar el sistema porque afectaría a las personas que viven alrededor, explicó el intendente Jiménez.

“También se realizan en el año de seis a siente registros en las cárceles, pero vemos que hay personas que colaboran con esto; familiares que le llevan celulares o Sim card, entonces a veces es muy difícil controlar.

Podemos sacar 100 o hasta más en un solo registro, pero el control interno por parte del personal del INPEC sería el encargado de controlar esta situación ante cada visita, sin embargo se le filtran personas con los aparatos telefónicos”, acotó el agente.

Esta modalidad de extorsión que se registran en la capital del Cesar, no solo provienen de la cárcel de Valledupar,
Según el Grupo de Prevención del Gaula de la Policía Cesar, las cárceles donde más se reportan extorsiones son: la de Máxima Seguridad en Palogordo de Girón Santander; seguida de La Ternera, de Cartagena, y El Bosque, de Barranquilla.

En cuanto a las personas encargadas de recibir el pago a través de distintas empresas de giros en el país, cerca del 50 % de los capturados al reclamar el dinero de las extorsiones, son mujeres y figuran como inocentes, ya que prestan su nombre y su documento para cobrar el giro.

Las autoridades hicieron una recomendación enfática, la cual consiste en negarse al préstamo del documento de identidad.

En lo que va del año, las víctimas más comunes de esta modalidad son los comerciantes con 12 denuncias reportadas, empleados con seis; amas de casa, dos; agricultores, cinco; conductores, dos y otras personas del común cinco denuncias registradas.

Según el Gaula, en lo que va corrido del año hay 30 casos de extorsión atribuidos a delincuencia común. Las Farc no registran casos hasta la fecha, mientras que el ELN y el clan del Golfo registran un caso cada uno.
La denuncia oportuna es para las autoridades la mejor estrategia para luchar contra estos delitos, pues en la mayoría de los casos, una persona que permite la extorsión o estafa, sigue siendo víctima en más ocasiones.

Las llamadas extorsivas que se registran en la capital del Cesar, no solo provienen de la penitenciaria conocida como ‘La Tramacúa’, según el Grupo de Prevención del Gaula de la Policía Cesar, la cárcel que más afecta es la de Máxima Seguridad de Palogordo, seguida de la Ternera, de Cartagena, y El Bosque, de Baranquilla.

Recomendaciones

Si usted recibe una llamada donde le solicitan una cantidad de dinero, por cualquier razón que desconozca, lo primero que debe hacer es mantener la calma, no decir más datos de los que la persona les está suministrando y comunicarse a la línea gratuita 165 del Gaula a nivel nacional.

¿Qué hacer en caso de recibir una llamada extorsiva o de estafa?
Posibles preguntas del extorsionista / Respuestas que debe dar
¿Con quién hablo? ¿A quién necesita?
¿De dónde me contestan? ¿A dónde llamó?
Yo sé que usted tiene…Usted es… Creo que está mal informado
Lo tenemos vigilado ¿Qué traigo puesto?
Hola tío (a) Deme nombre y apellido de mi hermano
Hola primo(a) Deme nombre y apellido de mi tío
Lo llamo de… para actualizar sus datos No, mejor voy a la oficina
Usted es feliz ganador de… Esta semana paso hasta la oficina y lo reclamo.
¿Ha sido víctima de una llamada extorsiva? ¿Qué piensa de estas?

Álvaro Arroyo.

“No he sido víctima, pero si tengo familiares que por poco caen en la trampa. Considero que esta modalidad se da debido a la falta de control en las cárceles del país, donde les permiten a los presos gozar de privilegios que no deberían”.

Cindy Cera.

“Pienso que las autoridades deberían ser más rigurosas con el ingreso de objetos a los centros de reclusión, pues si bien hay campañas para no ser víctimas de extorsión, si se ataca la raíz del problema, lógicamente es mejor”.

Raúl Lea.

“En repetidas ocasiones a mi celular me han llamado manifestándome que me he ganado algún premio, rifa o cualquier cosa parecida, sin embargo es muy ilógico que sin haber comprado ninguna de las anteriores, sea ganador, razón por la que cuelgo inmediatamente”.

Malia Olivella.

“Me da miedo pensar que alguien tenga mi número y empiece a llamarme a pedirme dinero, es un peligro, uno por eso debe tener más cuidado y evitar dar mucha información personal a personas desconocidas”.

Por Jennifer Polo / EL PILÓN

Periodista: