El Tarullal es un pulmón para el medio ambiente de Valledupar, desde que dejó de ser una laguna de oxidación. Es para muchos un paraíso desconocido, ubicado en el sur de la ciudad, pero también es un ecosistema vulnerable al cambio climático y sus consecuencias.
Una de las propuestas de la sociedad civil en la capital del Cesar es conformar a Lagoupar, para ocupar cerca de 30 hectáreas de las 47 que ocupa este importante activo municipal, adscrito a las arcas de la Empresa de Servicios Públicos, Emdupar.
Está alimentado por un canal que conduce las aguas hacia esa zona, que ha tenido la intervención de Corpocesar para garantizar su cauce. Con él y el agua de las lluvias se surtiría al gran lago. Se cambiará el agua residual del pasado por agua fresca para la recreación y el goce de los amantes de la naturaleza. El sitio está rodeado de arboleda que por su importancia ha demandado la atención de investigadores.
La idea es que se pueda navegar, disponer de pequeñas naves recreacionales para niños y adultos, como remos y bicicletas de agua. Un lago de ese tipo, por su extensión, producirá una evaporación que al subir al cielo podría generar mayores lluvias en el norte de la ciudad, abasteciendo fuentes hídricas y áreas de cultivo. Ese activo recreacional está justo en el sur, final, del gran proyecto del parque lineal del río Guatapurí que ha presentado para su desarrollo el alcalde Augusto Ramírez Uhía.
Su acceso se ha mejorado gracias a la prolongación de la carrera cuarta y su intersección con la calle 44. Solo 300 metros distancian a la intersección con el valioso predio de Emdupar.
Historia del colector
LagoUpar es hoy un espacio verde, con mucho espacio para sembrar árboles, recibir animales de distintas especies y un proyecto que logre dignificar la importancia de este predio que fue utilizado como laguna de oxidación por el municipio, al que caían los desechos del norte de Valledupar, generando contaminación ambiental para barrios como Amaneceres del Valle, Los Cocos, Los Milagros, San Fernando, Panamá 3, Panamá 2, Los Mayales, entre otros.
Fueron más de 15 años esperando su cierre y solo hasta octubre de 2012, cuando el líder Álvaro Molina, entonces presiente de La Junta de Acción Comunal del barrio Amaneceres del Valle, expuso ante el exministro de Vivienda, Germán Vargas Lleras, las difíciles condiciones de salubridad en las que se encontraba su comunidad debido a la ubicación a menos de 150 metros de El Tarullal. Para modificar el sistema de tratamiento, el gobierno nacional aprobó la obra por valor de $13.799 millones. Así se construyó el colector de aguas residuales Oriental, para transportar los desechos hasta el Salguero.
La vida útil para esta laguna de oxidación eran 20 años, pero llevaba cerca de 30 funcionando, a pesar de que el gobierno municipal había repartido las aguas residuales en dos plantas, la otra es la Salguero, en la que ahora cae el ciento por ciento de las aguas que contaminan posteriormente el río Cesar. A la zona donde quedará LagoUpar le caía alrededor del 30 % de las aguas residuales de Valledupar y hoy lo hace un porcentaje mínimo.
Con la eliminación de este punto de vertimiento de aguas negras (2015), que generaba un 30 % al río Guatapurí, la administración municipal ha anunciado algunas intervenciones.
El actual Plan de Ordenamiento Territorial contempla la creación del eco parque del río Guatapurí, aprobado por Corpocesar y que está distribuido en siete zonas específicas.
La margen derecha del Guatapurí tiene una extensión de 12 kilómetros, donde LagoUpar ocupa 53 hectáreas. El sistema de tratamiento de aguas residuales del alcantarillado de Valledupar fue diseñado para una población final proyectada al año 2015 de 360.000 habitantes, pero la ciudad creció a unos 450.000 y la capacidad del mismo colapsó.
Para que la planta El Salguero tenga una estabilidad operativa óptima, para el año 2043 se requiere una inversión de más de $150.000 millones. Por lo pronto el Plan Maestro incluye un pretratamiento a las aguas residuales, hecho con bacterias en la planta El Salguero, que contamina con más de 2.000 litros por segundo el río Cesar y a su vez la ciénaga de Zapatosa, así como también al río Magdalena.
El tratamiento de aguas residuales constituye una medida de mitigación que ayuda a disminuir y controlar la contaminación de los cuerpos de agua, pero para que esta medida tenga éxito se debe contar con obras de infraestructura adecuada a la naturaleza de las aguas a tratar y con el personal capacitado para llevar a cabo la labores de operación y mantenimiento. Así lo establece el Manual de Operación y Mantenimiento del Sistemas de Tratamiento de Aguas Residuales en la población urbana del Municipio de Valledupar.
Proyectos de la Alcaldía
La Alcaldía de Valledupar, a través de la Oficina Asesora de Planeación y en conjunto a la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, trabaja en la estructura del eco parque del río Guatapurí, una obra que necesita recursos importantes por valor superior a los $100.000 millones, el cual termina en la zona donde estará el gran lago.
“A través de Findeter pedimos que nos entregaran el nodo 7 del eco parque del río Guatapurí y está proyectado allí un vivero y una escuela ambienta. Actualmente tenemos la visita de la Universidad de New York, que se encargará de revisar el Plan de Expansión Urbana y Vial para el tema de sembrado de árboles”, indicó el jefe de la Oficina Asesora de Planeación, Aníbal Quiroz Monsalvo.
El funcionario aseguró que el vivero municipal servirá para la recuperación del 33 % de los árboles urbanos que están enfermos, según diagnóstico del Plan de Arbolado de Valledupar.
La Oficina de Planeación argumentó que las actuales aguas residuales que llegan a El Tarullal serán operados por Emdupar.
“Vamos a tener una buena noticia de Valledupar. Es una obra civil que Emdupar está encargada de ejecutarla, aspiramos en dos meses esa inversión esté ejecutada y realizada porque además debemos evitar el mínimo vertimiento de aguas residuales a la laguna, debemos canalizar una acequia para que alimente al Tarullal y se pueda establecer allí el vivero”, afirmó Quiroz Monsalvo.
El eco parque del río Guatapurí está diseñando en seis nodos, el primero fue diseñado por Corpocesar y tiene un valor de $40.000 millones (entre el puente Hurtado y el cerro DPA), los otros tienen un costo aproximado de $12.000 millones. El séptimo nodo, que es adicional al proyecto y que incluye a LagoUpar, es el proyecto del vivero y la escuela, con una inversión superior a los $1.000 millones.
El Tarullal fue una iniciativa ligada a los estudios y diseños del Plan Maestro de Acueducto y Alcantarillado (1991), contratado por la firma Rodrigo Iván Andrade Sossa, los cuales fueron recibidos por Emdupar el 25 de febrero de 1993. El objetivo primordial fue la elaboración de tres proyectos integrales: acueducto, alcantarillado sanitario y el plan de desarrollo institucional de Emdupar. Ese plan trajo consigo la puesta en marcha de las nuevas plantas de tratamientos de aguas residuales, una fue El Tarullal y la otra El Salguero, que vertían sus aguas a los ríos Guatapurí y Cesar. Todo esto se realizó en la Alcaldía de Rodolfo Campo Soto.
Aporte ambiental
La fundación ProÁrbol, presidida por Dúver Vides Avendaño, tiene el propósito de estudiar y analizar los aspectos ambientales de LagoUpar. Ya hicieron siembra de árboles y están recolectando información para conocer las especies que habitan en el lugar.
“Al operar como laguna de oxidación de Valledupar y al salir de funcionamiento, es un sitio para conservar por ser un bosque natural que necesita la ciudad. Esta sería un área ideal para realizar conexiones con toda la margen derecha del río Guatapurí. Hemos visto que las administraciones están hablando de unos proyectos y nosotros como fundación queremos se conserve como eco parque”, indicó Vides Avendaño.
Denunció que actualmente este predio tiene problemas como la tala de árboles para la producción de carbón vegetal, así como también el ingreso de ganado que consume el pasto al interior de las antiguas lagunas y el predio todavía está contaminado.
“El llamado es para la administración municipal y la misma Corpocesar para que adelante las acciones y frenen las problemáticas en el Tarullal. Aquí hay monos aulladores, que pudimos observar con la Fundación Planeta Silvestre y con ellos queremos hacer un estudio de fauna y flora, que actualmente no se tiene. Lo necesitamos porque no sabemos con qué se cuenta”, sostuvo Dúver Vides.
Esperan que el predio se conserve con especies propias de la región y la Alcaldía de Valledupar quiere introducir unas nuevas, que sean otras variedades específicas para hacer atractivo el sitio.
Mientras tanto, la integrante de la Junta de Acción Comunal de Amaneceres del Valle, Yulieth Noriega, explicó que la única riqueza de su barrio es el predio donde se ubicaba la laguna de oxidación y ahora piden al gobierno de turno “mecanismos de recuperación”.
Según la Oficina de Planeación Municipal, las zonas residenciales debían estar mínimo a un kilómetro de distancia de la planta de tratamiento El Tarullal, sin embargo tardaron cerca de 30 años para cerrarla.
Se cambiará el agua residual del pasado por agua fresca para la recreación y el goce de los amantes de la naturaleza. El sitio está rodeado de arboleda que por su importancia ha demandado la atención de investigadores.
Por Carlos Mario Jiménez
Carlos.jimenez@elpilon.com.co