El domingo anterior, durante mi reunión de rutina –semanal- con mis consejeros periodísticos Tíochiro y Tíonan, les entregué una carta solicitándoles la publicaran en esta columna. El documento dice textualmente:
“Queridísimos Tíochiro y Tíonan: estoy seriamente averiado por la decisión del Tribunal de Garantías Electorales (muchos les dicen de picardía) al descabezar mi inscripción a la consulta para rector de la UPC, porque no acredité que tengo cinco años de “vivir” en el departamento del Cesar. Apelé semejante atropello de leguleyos que serían como ventrílocuos y aspiro a que acepten que desde el 2016 soy docente de Tiempo Completo de la Universidad Popular del Cesar y apliquen –como debe ser- el Artículo 9 del Decreto 0019 del 10 de enero del 2012 sobre la prohibición de exigir documentos que se puede probar en la entidad: “Cuando se esté adelantando un trámite ante la administración, se prohíbe exigir actos administrativos, constancias, certificaciones o documentos que ya reposen en la entidad ante la cual se está tramitando la respectiva actuación”.
“En los corrillos de la universidad y los jurisconsultos se sostiene que el Tribunal no remediará la decisión, aunque dos de sus miembros renunciaron, presuntamente porque les querían imponer condiciones”.
“Pero la nostalgia no es mía únicamente, hay otros inscritos con similares impases. Incluso, ya están circulando tutelas y demandas contra las decisiones del “honorable” tribunal. Por el momento, yo no interpondré ninguna otra acción judicial, porque supongo que el tozudo organismo aceptará mi petición”.
“Me preocupan, ahora, la denuncias que se hacen en cuanto a que hay inscritos (as) a la rectoría UPC que ya montaron centros de cómputos en Valledupar, Codazzi, La Paz, Aguachica y Bosconia, para comprar votos, aprovechando que el voto será electrónico. Se afirma que en esos sitios concentrarán a estudiantes, docentes y egresados y ahí mismo dan la clave para votar electrónicamente. ¡Qué horror! Hay que recordar que en la Universidad del Atlántico ya se vivió esa nefasta practica delincuencial. También se quieren robar la UPC, dicen los estudiantes”.
“Tíochiro, también me preocupa que al interior de la universidad los estudiantes acusen que docentes de las carreras de Psicología, Derecho y Sociología están manipulando a los estudiantes para que voten por determinado candidato”.
“Inclusive, lo que más temor tienen los estudiantes y los docentes es que los políticos se tomen la UPC y seguramente: Uribe, Santos, Vargas Lleras, Petro, la Casa Cielo, los Gnecco, Los Monsalvo, Ape Cuello, Chichí Quintero, Namen, Cristian Moreno y hasta el mismísimo Didier Lobo “pongan” rector en la universidad. De ser así, apreciados consejeros periodísticos Tíochiro y Tíonan, de llegar a la rectoría algunos de los que apoyan los políticos o algún político frustrado, tendremos como vicerrectores de investigación, académico y administrativo a cualquier ‘Juan de los palotes’ sin saber leer y escribir”.
“No es que la política sea mala, no. Bien lo dijo Aristóteles “El hombre es un animal político” y en ese sentido la política no es la que está corrompida, sino quienes usan ese oficio para hacerse más poderosos y más ricos”.
“Miremos sin ambages a nuestros políticos desde hace tres décadas y a nuestra Universidad Popular del Cesar: son los mismos militando en partidos políticos distintos, son los hijos y los hermanos, con más poder que Sansón y Hércules juntos. Pero, la UPC está empobrecida, porque los políticos del Cesar son indiferentes a la universidad, no legislan para incrementar el presupuesto irrisorio que recibe cada año la UPC, a ellos les gusta es el ladrillo. Saludos, un fuerte abrazo”. Hasta la próxima semana. tiochiro@hotmail.com @tiochiro.