En el desarrollo de las obras de remodelación de la tarima Jorge Oñate y adecuación de la plaza Olaya Herrera, que se espera inaugurar, para el mes de octubre, en una nueva versión del Festival Voces y Canciones del municipio de La Paz, un grupo de veedores ciudadanos denunció, recientemente, que la tala de por lo menos 9 árboles de la plaza ‘no fue socializada con la comunidad’. Aún cuando la administración municipal asegure contar con permisos de Corpocesar, ‘esto no la exime de ser transparente con la ciudadanía’, refieren algunos de los denunciantes.
Luego de que en las últimas horas se hicieran públicas, en redes sociales, varias imágenes que daban cuenta de la tala de 6 árboles de caucho (Ficus elástica), 2 de la especie níspero (Manilkara zapota) y uno de mango (Manguifera indica) en la plaza Olaya Herrera de La Paz, decenas de usuarios mostraron su desacuerdo con esta actividad que modifica de forma sustancial el paisaje urbanístico del principal punto de encuentro social de la localidad.
“No se justifica hacer una intervención y dejar esos árboles enfermos que, aparte de no adaptarse al paisaje urbano, pueden causar daño a las personas. Cuando se hacen esas afectaciones, hay que generar una compensación ambiental que, en este caso, está especificada en la Resolución 0096 del 24 de agosto de 2022, de Corpocesar, y que esperamos realizar con la siembra de árboles urbanísticos”, aseguró Ricardo Armenta, jefe de Umata y Control Ambiental del municipio de La Paz.
Por su parte, José María Oñate, veedor ciudadano, indicó que la democracia consiste en socializar todos los proyectos; este es un proyecto que nunca ha sido socializado. “No hay derecho, por ser una obra de tanto impacto. Esos árboles no estaban afectando las tuberías hidráulicas. ¿A dónde se va a amparar la ciudadanía que asiste a los espectáculos? Una de las columnas de un buen gobierno es la transparencia, que es decirle a la gente qué se va a hacer, quién lo va a hacer, cómo se va a hacer y con qué recursos”.
En la resolución antes mencionada, emitida por la autoridad ambiental del departamento, se precisa la solicitud de “intervenir con tala, debido a que se encuentran en mal estado fitosanitario, presentando en su fuste comején, desprendimiento de cortezas y cavidades que representan un peligro inminente a la infraestructura del establecimiento y moradores del sector”.
Otras voces apuntan que, si bien Corpocesar es la autoridad ambiental que ordena estos temas, las talas de árboles y cualesquiera otros proyectos de impacto medio ambiental y comunitario, siempre deben involucrar la participación de los habitantes.
ALEXANDER GUTIÉRREZ NAVARRO / EL PILÓN