No te confíes, el amor descubre hasta a los enamorados más ocultos.
Por: Leonardo José Maya
Cuando la vi a lo lejos me enamoré perdidamente sin que ella lo supiera. Después me amó con locura, yo respondí sin reservas. Entonces creí que nunca me olvidaría. Ella me lo confirmó despacio
– Ni en sueños te olvidaré, me dijo.
Estoy seguro que no lo hará, lo vi en sus ojos negros inmensos.
Después un rugir del cielo me despertó alejándola de mí. Dicen que los sueños suelen contarnos mentiras pero en mis recuerdos será una verdad por siempre. Ella no me olvidará, lo sé bien, los ojos de una mujer enamorada nunca mienten. Ni en sueños.
CANTO GENERAL
Ella conoció a un hombre, se enamoró perdidamente y concibió una criatura. Nació varón y nació valiente. El indefenso niño recorrió tierras buscando a su padre pero él nunca quiso verlo y además, lo negó.
Tiempo después el joven se hizo fuerte, peleó en ejércitos y fue un general famosísimo que descubrió nuevas tierras conquistando imperios.
Ahora el débil padre recorre tierras buscándolo, quiere verlo, quiere conocer al victorioso general, el general no lo niega pero no quiere verlo. Los tiempos cambiaron.
De poetas
Luciano el poeta escribió unos versos hermosos dedicados a un amor imposible, el malvado rey del imperio creyó rastrear en ellos la imagen de su hija. Sin más pruebas lo hizo encarcelar en una fosa oscura de paredes empedradas. Allí sufrió las peores penas de amor imaginables, cuentan que hasta la luna se entristecía por su suplicio, sus lamentos se escuchaban en todo el territorio y pedía a gritos la muerte.
Una noche aparecieron todos los enamorados de imposibles del mundo decididos a liberarlo y compartir su pena, hubo combates sangrientos y el noble poeta murió con una daga en el corazón.
Desde entonces todos los que padecen amores imposibles tienen sangre de poeta, callan sus lamentos y viven con una daga en el corazón.
EL TURPIAL
El pueblo recibió el nombre de algún pájaro que pasó cantando
los enamorados iban a al atardecer a mirar el campo
los perversos robaron el sol para acabar los atardeceres,
los enamorados siguieron yendo a escuchar el pájaro que pasó volando
los perversos robaron el pájaro para que no haya canto
los enamorados aprendieron a cantar para seguirse amando.
Hay quienes dicen que esto no es cierto que todo es falso
pero yo descubro a los enamorados porque van cantando.
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