AFP
El país sede de la cita orbital vació sus ciudades de excluidos con una operación de ‘limpieza’ de prostitutas, mendigos y niños de la calle, a falta de menos de un mes para el inicio del certamen.
Los considerados “indeseables” de la vía pública “son retirados y enviados a refugios, pero son campos de concentración”, sostiene con tono crítico Warren Whitfield, de la asociación ‘Addiction Action Campaign’, una organización especializada en la ayuda a los drogadictos.
“Es una violación de nuestros derechos constitucionales”, añade antes de estimar que su país “comete violaciones de los Derechos Humanos para preparar el Mundial” de fútbol.
En Durban (sudeste), donde se disputará una semifinal del torneo, la zona costera está tranquila, lo que no es habitual en esta parte de la ciudad. Desde que se renovara el paseo marítimo, por una cantidad estimada en unos 20 millones de euros, los vagabundos y los vendedores ambulantes han desaparecido.
En cuanto a los 400 niños que sobreviven en las calles de la ciudad, éstos han sido trasladados por la policía a un centro de la periferia de la urbe, según informaron varias asociaciones.
“Nos han dicho que volvamos de donde venimos. Dicen que Durban está sucia por nuestra culpa”, manifestó un joven marginal de 13 años en declaraciones al diario inglés ‘The Times’.
“En la mayoría de los casos, las mujeres con niños o los discapacitados van a centros sociales”, agrega. “Sólo las prostitutas nos plantean más problemas. Las detenemos un día tras otro”, apunta.