Por: Indalecio Dangond Baquero
En su libro de los sueños, el psicólogo David Fontana (científico de gran prestigio académico) afirma que “los sueños son manifestaciones, recuerdos, deseos o mensajes importantes del subconsciente producidos en algunos circuitos del cerebro, que nos ayudan ordenar los pensamientos para resolver problemas que no han sido formulados o para descubrir verdades esenciales sobre nosotros mismos”. Eso es, exactamente, lo que nos sucede a menudo cuando nos acostamos con alguna preocupación o deseo de alguna situación que anhelamos alcanzar.
El sueño que les voy a relatar tuvo como escenario la sala de una antigua casa de la plaza de Valledupar donde fui citado para que expusiera un plan de gobierno para el departamento del Cesar, sobre el supuesto que yo fuera candidato a la gobernación para el próximo periodo electoral. Los que calificaban y escogían la mejor propuesta eran nada menos que los ilustres miembros que conformaron la junta organizadora del departamento del Cesar en 1.967, allí estaban Alfonso Lopez Michelsen, Alfonso Araujo Cotes, José Guillermo Castro, Manuel Germán Cuello, Crispín Villazón de Armas, Jorge Dangond Castro, Aníbal Martinez Zuleta, Luis Rodriguez Valera, Amador Ovalle, Luis Carlos Murgas, Jaime Araujo Noguera y Clemente Quintero, entre otros. Déjenme decirles que esta prueba fue más dura que cualquier descargo de pliegos de un uribista ante los magistrados de la Corte Suprema de Justicia.
No había terminado de saludar a los presentes cuando el doctor López me dijo: Resuma en cinco frentes de acción su propuesta de Gobierno. Yo les respondí que solo tenía una. Generar empleo digno y sostenible al 45% del millón de habitantes del departamento, a través un plan de incentivo e inversión en los sectores del agro, infraestructura, turismo, industria y educación. Enseguida preguntó don Pepe Castro, ¿cómo piensa lograr esa ambiciosa meta? le dije: a través de una gestión permanente con el gobierno central, ya que el Plan de Desarrollo del presidente Santos va en la misma dirección. Enseguida los doctores Crispin Villazon, Alfonso Araujo Cotes y Aníbal Martinez Zuleta me solicitaron que precisara los planes de inversión.
Tenía que comenzar por Valledupar donde se concentra más del 60% de la población y el desempleo del departamento, por eso les propuse construir el más moderno centro de feria para los sectores del agro, pyme, artesanías, industria y comercio, un moderno centro de convenciones, el museo nacional de la música vallenata, la puesta en marcha del sistema de transporte público articulado, inversión hotelera y parques naturales del corredor turísticos de Pueblo Bello, Patillal y Manaure y una excepción de impuestos del orden departamental, por diez años, a las nuevas empresas que se instalen en Valledupar.
La construcción de la Zona Franca Industrial y de servicios, la haría entre los municipios de Bosconia y el Paso, para instalar allí grandes empresas de producción de Bio combustibles, un moderno frigorífico, industria metalmecánica, servicios mineros y agro industria. Gracias a Dios tenemos grandes amigos como Sergio Diaz Granado, Juan Ricardo Ortega y Maria Claudia Lacouture en el Ministerio de Industria y Comercio, Dian y Proexport respectivamente, para liderar estos temas.
Con el Ministro Juan Camilo Restrepo lideraría un plan de reactivación agropecuaria basado en tres frentes fundamentales: Incentivos del 50% para todo el que instale sistemas de riego y drenaje, reforeste mínimo el 10% de la superficie de su finca y modernice su maquinaria agrícola; un incentivo del 90% a la Asistencia Técnica para pequeños campesinos y la creación de un fondo mixto de capital de riesgo para impulsar alianzas estratégicas entre industriales, medianos y pequeños productores.
Este artículo Continuara…