De 110 mil hectáreas que sembraban en el pasado, hoy el Cesar redujo el área de algodón a solo 2.800 lo que demuestra el desinterés y lo deprimida que está la agricultura en el departamento.
Sin embargo, muchos productores se niegan a emigrar a otras plantaciones y acabar con el cultivo, según dijeron, porque la industria colombiana se dio cuenta que es mejor comprar algodón fibra nacional que salir a importar.
Son varios los que se niegan a cambiar el cultivo y hoy más que nunca le apuestan a este, con la firme esperanza que los industriales cumplan sus promesas y la mota pueda renacer.
Según el capitán David Hernández, uno de los mayores cultivadores en Codazzi, Cesar, la industria requiere de 45 mil toneladas fibra, pero el país produce solo 30 mil, por lo que hay un faltante de 15 mil.
Ante esto, los compradores salieron a ofrecer pagos de contado, algo que habían perdido los algodoneros hace dos años, de ahí las esperanzas encendidas de quienes volvieron a sembrar.
Hernando Villarreal, un algodonero que tiene su propia empresa desmotadora, es otro de los que se niega a dejar el cultivo, según dijo porque lleva 38 años en el negocio y hoy el panorama es un poco alentador.
“Sembré 180 hectáreas, porque el cultivo lo veo bien. La industria ha dicho que requiere de 45 mil toneladas, pero no creo que llegue ni a 10 mil, porque en la zona de Sucre ha hecho un intenso invierno que va afectar la producción”, explicó Villarreal.
En la empresa de Villarreal se inscribieron 430 hectáreas y las expectativas están puestas en que los industriales cumplan lo pactado en las reuniones, en donde se comprometieron a pagar de contado.
La reducción
Aunque desde hace muchos años se redujo la siembra de algodón en el departamento, hace dos años este cultivo repuntó a más de 4.000 hectáreas en el Cesar, pero volvió a caer debido a varios factores, siendo el primero el desinterés porque los industriales en la pasada cosecha demoraron para pagar y por el tiempo.
En el caso del sur del Cesar, en donde sembraron para la próxima cosecha 1.600 hectáreas de 2051 que se establecieron el año pasado, influyó el clima, debido a que las lluvias no fueron a tiempo, explicó el algodonero Germán Orozco.
Sandra Santiago B.
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