Dos soldados profesionales fueron asesinados en medio de un ataque con explosivos, atribuidos a las disidencias de las FARC, en zona rural del municipio de Anorí, Antioquia. En el hecho, perdió la vida Duber Andrés Loperena Montero, natural del corregimiento de Atánquez, jurisdicción de Valledupar, y perteneciente al resguardo indígena kankuamo.
La otra víctima del hecho es el soldado tolimense Andrey Mayorga Coronel. Ambos militares pertenecían al Batallón de Infantería N.º 42 Batalla de Bomboná, adscrito a la Decimocuarta Brigada de la Séptima División del Ejército Nacional, con sede en Puerto Berrío, Antioquia.
De acuerdo con el reporte de esta división, los uniformados se encontraban en la vereda Puerto Rico realizando operaciones de protección a la población civil ya que el pasado 1 de noviembre, integrantes del frente 36 de las disidencias de las Farc al mando de Edgar de Jesús Orrego Arango, alias ‘Leo’ o ‘Firu’, habían robado uno de estos equipos en una mina conocida como Los Naranjos.
El ataque fue atribuido a este frente, quienes habrían instalado los explosivos al interior de una retroexcavadora, para hacerlos explotar cuando los soldados llegaran hasta ese lugar a realizar la respectiva labor.
En total, fueron cuatro los uniformados heridos que fueron evacuados de la zona, al igual que el operario de la máquina, que también resultó lesionado, sin embargo, minutos después, se confirmó el deceso de dos de los lesionados.
PRONUNCIAMIENTO DEL EJÉRCITO
El general Luis Mauricio Ospina Gutiérrez, comandante del Ejército Nacional de Colombia, se refirió al atentado y condenó el hecho: “Condenamos el asesinato de nuestros soldados Dúber Andrés Loperena Montero y Andrey Mayorga Coronel, de @Ejercito_Div7, quienes en cumplimiento de la misión realizaban tareas de estabilidad en área rural de Anorí, Antioquia. Sentidas condolencias a su familia y amigos”.
Por otra parte, la Séptima División del Ejército Nacional rechazó enfáticamente esta acción criminal, atribuida a la estructura criminal referida anteriormente, señalando que se violan los derechos humanos e infringe el derecho internacional humanitario.
“La Séptima División del Ejército Nacional dispuso del acompañamiento de un equipo interdisciplinario a las familias de nuestros soldados asesinados”, finalizó.
La familia del joven soldado espera la entrega del cuerpo de su familiar, para despedirlo con los rituales propios del resguardo indígena kankuamo.
Por Redacción Judicial EL PILÓN