No planteamos un pacto o una alianza electoral. En tiempo de arreglos, componendas en el lenguaje coloquial, cualquier sorpresivo acomodo de las aspiraciones electorales suele resultar. Es época en que se disparan candidaturas, algunas con la pólvora mojada. No armamos ese ajedrez ni es nuestra función como prensa imparcial y que busca ser lo más objetiva posible. Solo deseamos que los candidatos a las próximas elecciones sean capaces y, especialmente, honestos.
Llamamos a que haya otra, no una alianza electoral, sino una política, con mayúscula, institucional, de aquello que se ha llamado comúnmente, y que en el país recordó Álvaro Gómez, un Acuerdo "en lo fundamental". Acuerdo en lo fundamental es el que concita el respeto, la libertad, el sometimiento a las reglas de la democracia, la preservación de la vida y de los bienes y los dineros públicos. Es fundamental para los habitantes de la ciudad capital y en general de la región que los mandatarios que actúan e invierten en el territorio, de la Nación, la Gobernación y la Alcaldía lo hagan de manera mancomunada y coordinada.
Llamamos al gobernador Luis Alberto Monsalvo y al alcalde Fredys Socarrás y a sus equipos de administración a trabajar, como raizales y vallenatos que son, a quienes les duele su terruño al que profesan amor, a que hagan todos los esfuerzos posibles para trabajar con igual propósito colectivo. Hay que deponer en este caldeado periodo los celos, las ambiciones, los comentarios malintencionados y los chismes, que suelen anidar en las respectivas sedes de gobiernos y dentro de los ejércitos de aduladores, de seguidores que juran bandera generando distanciamiento, y mantener un diálogo directo de trabajar en las obras de progreso de la ciudad. Qué bien que confluyan la natural entrega del alcalde al Valle, como lo hace Socarrás, y el propósito de un gobernador que teniendo la alternativa de orientar todos los cuantiosos recursos a otros necesitados municipios del departamento, también ha pensado en su ciudad, como lo demuestra Monsalvo, con obras significativas en su territorio, a sabiendas de que en el balance, por las experiencias nacionales, siempre es mayor el rédito que recibe el alcalde de turno de las obras que en su localía hacen la Nación y el Departamento.
Aquí no podemos regresar al espectáculo que vimos de Ciro Pupo, alcalde, y Hernando Molina, gobernador, echándose vainas y pisándose las mangueras. Ni al de Johnny Pérez y Lucas Gnecco, ni al de Luis Fabián Fernández y Cristian Moreno.
Aquí vamos a trabajar juntos, con los otros medios de comunicación, para que independientemente de las alianzas electorales, que suelen ser flor de días, se mantenga un pacto de alta política institucional para que nuestros gobernantes, Monsalvo y Socarrás y sus equipos, mantengan el ritmo de sus gobiernos, que entran en el periodo de las realizaciones y obras concretas, deseando que con coordinación, transparencia y eficacia, harán de esta tierra el lugar infinito en que siempre nazcan flores de bienestar por los años de los años.