A menudo surgen debates en torno al uso y usufructo del Parque de la Leyenda Vallenata, debido a que el folclor es patrimonio público, asimismo, porque el proyecto se hizo con recursos públicos. Siempre he creído que el Festival Vallenato es un negociazo que la familia Araujo y otros socios en menor escala han sabido administrar y rentar. Teniendo en cuenta la dinámica lucrativa del Festival Vallenato considero pertinente que la Fundación en un acto discrecional decida encargarse de la construcción y administración del Centro de la Cultura Vallenata.
La Procuraduría General de la Nación interpuso una Acción Popular en contra de la Alcaldía Municipal de Valledupar, Concejo Municipal de Valledupar, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público y la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, en la cual solicitaba declarar la nulidad de los acuerdos firmados por el Concejo de nuestra ciudad, que autorizaron la entrega del Parque de la Leyenda Vallenata a la Fundación que es de carácter privado, sin ánimo de lucro.
El 24 de febrero de 2011 fue realizada en Valledupar la audiencia de pacto de cumplimiento, este proceso fue fallido, como consta en el boletín 194 de la Procuraduría General de la Nación, el ente de Control determinó que era necesaria una nueva audiencia por parte del Tribunal Administrativo de Valledupar, con el fin de resolver la situación.
Es oportuno hacer reminiscencia del antecedente anterior, para resaltar la entereza del gobernador Luis Alberto Monsalvo, quizás aventurera y sin el respaldo suficiente, gestionar 55 mil millones de pesos ante el Gobierno Nacional requiere del concurso de los congresistas del departamento del Cesar. Tampoco fue significativo el acuerdo que definió a Franco Ovalle como candidato a la Gobernación del Cesar, menos importante resultaron las manifestaciones de afecto, regocijo y agasajos ofrecidos por nuestra dirigencia local a la nacional cada mes de abril con ocasión del Festival Vallenato, lo que se creía factible acabó adverso un día antes de la entrada en vigencia de la Ley de Garantías, Monsalvo Gnecco no encontró recompensa a su insistencia, el Ministerio de Cultura manifestó que no había disponibilidad presupuestal para su abnegado proyecto. Así las cosas, es menester redefinir la planeación del proyecto, su esquema de sostenibilidad y base de financiación, teniendo en cuenta que no es suficiente el empréstito de 28 mil millones autorizados por la Asamblea Departamental ni los 10 mil millones del Fondo Pensional. Hay que repensar la estructura del proyecto, para que los afanes y el empecinamiento no engendren un elefante blanco.
Los monumentos, museos y centros culturales constituyen un valor mobiliario de posicionamiento para las ciudades, el Centro de la Cultura Vallenata sería favorable para la industria turística, inclusive una evidencia tangible para reconocer la importancia de los cultores de nuestro folclor. Entiendo que no existe ningún instrumento legal que obligue a la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata a invertir sus recursos propios en el Centro Cultural de la Música Vallenata, sin embargo, es la oportunidad precisa para resarcir el escándalo que genera el usufructo del folclor y del bien hecho con recursos públicos.
@LuchoDiaz12