Jack, era un chico estadounidense muy fanático de las ciencias, por lo tanto, le gustaba hacer muchos experimentos. Era el mejor de la clase, era tan bueno en el colegio que recibió una beca para la universidad Oxford en Reino unido.
A los 31 años, ya siendo un famoso científico, se le vino a la cabeza un nuevo experimento.
Cuando dio a conocer esta idea en los principales medios de comunicación, todo el mundo pensó que estaba loco.
Pero no le importó. Él tenía todo listo para su experimento (o como todas las personas le decían, una verdadera locura). Este se trataba de crear una nueva especie o un nuevo tipo de persona.
No tenía un sujeto de prueba, así que lo hizo en su cuerpo.
Cuando se inyectó, la fórmula empezó a surgir el efecto, pero algo no estaba bien. Los efectos esperados empezaron a surgir de una manera más rara de lo que él estaba esperando.
Su cuerpo no era él mismo, notó que estaba más flaco que la última vez, pero aun así, el traje todavía le quedaba perfecto.
Y la sorpresa fue cuando se vio en el espejo del laboratorio.
No tenía ninguna parte de su rostro, era todo blanco y tampoco cabello.
Jack se dio cuenta que cuando le da tanta pero tanta furia, salen unos ocho tentáculos de la parte de su espalda y los puede mover como se le dé la gana.
Gracias a ese loco experimento, Jack se convirtió en Slenderman, un espíritu maligno que roba niños; y los que le temen, los asesina y los que no se los lleva por un par de días y luego los lleva a sus casas sanas y salvas.
En cuanto a los hombres (no a todos, solo a los que maltratan mujeres), los castiga severamente.
Por: José Miguel Bornachera Jiménez – I.E. Eduardo Suárez Orcasitsa