Hoy se realizan las elecciones para escoger a los miembros de las 173 Juntas de Acciones Comunales en comunas, veredas y corregimientos de Valledupar. Esta elección que en todo el territorio nacional fue el pasado24 de abril, también se desarrolla en los municipios de Curumaní y El Paso, que aplazaron la jornada por motivos de fuerza mayor.
En los últimos días en Valledupar se han escuchado varias voces de denuncia y protesta por parte de la misma comunidad frente a la aspiración de ciudadanos que quieren pasar por encima de la ley para hacerse elegir como dignatarios de la Junta de Acción Comunal, una organización que a veces parece no servir para nada, pero que actualmente parece que ha recobrado el interés.
¿Pero por qué son importantes las JAC?
Primero hay que decir que las Juntas de Acción Comunal son totalmente independientes y son libres de escoger los mecanismos para autofinanciarse y en algunos casos constituyen sus empresas comunales. La ley 19 de 1958 creó las JAC en Colombia y desde entonces los habitantes de un municipio eligen a los miembros de estas agremiaciones cívicas de base, en elecciones que se realizan cada cuatro años a partir de la Ley 743 del año 2002.
Fue el dos veces presidente de Colombia, Alberto Lleras Camargo, quien firmó aquella Ley, que dio origen al movimiento comunal para permitir que los gobiernos locales contaran con “la cooperación de vecinos para construir carreteras, puentes y caminos vecinales, viviendas, y hasta mejorar escuelas, entre otras tareas voluntarias en obras de infraestructura y prestación de servicios”.
La Ley 743 de 2002 dice expresamente que la “acción comunal es una expresión social organizada, autónoma y solidaria de la sociedad civil, cuyo propósito es promover un desarrollo integral, sostenible y sustentable construido a partir del ejercicio de la democracia participativa en la gestión del desarrollo de la comunidad.
A pesar de este panorama solidario y comunitario, el propósito inicial de la ley se tergiversa y terminan las JAC convertidas en unas organizaciones paquidérmicas, alejadas de los intereses de la comunidad, más pendientes de los intereses de los políticos, dejándose usar (sus miembros) para fines electoreros, desfigurando el deber ser de la organización cívica, social y comunitaria de gestión social, sin ánimo de lucro, que debe ser la Junta de Acción Comunal.
Hoy es pertinente que los ciudadanos usen este derecho a escoger los miembros de sus JAC, no por hacer un favor al vecino o al amigo, sino para beneficio de todos. Si quieren que la voz de los habitantes de los barrios se escuche y puedan solucionar los problemas en común, es bueno conocer qué es y qué no es una JAC.