En Urumita, La Guajira, reside Sirenia, una joven de 17 años que supera los obstáculos de la vida con determinación, convirtiéndose en un faro de esperanza para los que la rodean.
Sirenia es una guerrera que desafía las barreras impuestas por una condición de discapacidad compleja: la encefalomalacia. Esta afección disminuyó su visión, la ha sometido a episodios convulsivos y desafía su motricidad, pero no ha logrado eclipsar la luz de su interior. Su risa, inteligencia, naturaleza y personalidad extrovertida pintan un cuadro de una joven que ha aprendido a mirar el mundo sin temores ni complejos.
En una entrevista con el periodista Coco Ramos, Sirenia sorprendió con su agudo entendimiento y conocimientos y desafía cualquier prejuicio sobre sus habilidades. Todo esto es posible gracias al apoyo constante de sus padres, Rafael y María Mercedes, así como de sus profesores, compañeros de clase y amigos. “Su visita a mi hogar confirmó lo que ya sabía: es un ser de luz, estudiosa, amable y respetuosa, forjada por los valores inculcados por sus padres”, señaló Ramos.
Sirenia dejó una marca en el ámbito académico al obtener el puntaje más alto del departamento de La Guajira en las pruebas Icfes en su condición. Con 328 puntos sobre 400, ganó un lugar en la Universidad de La Guajira, sede Villanueva, y el derecho a seguir sus pasiones y estudiar trabajo social.
A pesar de sus logros, según Ramos, la historia de Sirenia revela una realidad lamentable: la falta de empatía de las instituciones encargadas de la discapacidad a nivel nacional, departamental y local. “Debería estar siendo hoy exaltada por todos los organismos encargados de la educación, discapacidad, programas de inclusión, mandatarios mismos del orden nacional, departamental y local, en vez de ser ignorada”, señaló.
Agrega Ramos que: “Sirenia es la hija de unos padres orgullosos, esa niña de sus ojos, que hoy no es motivada con ese merecimiento que debería tener cualquier otro niño en condiciones normales que alcance logros por encima de los demás, una motivación que no sería un regalo, sino un premio a la vida misma de estos niños que nacieron diferentes y que en esa diferencia ha estado su mayor virtud, el ser diferentes”.
En un mundo que a veces parece indiferente, Sirenia brilla como ejemplo de perseverancia y superación. Su mirada, a veces distraída por su condición, está iluminada por la sabiduría que solo una vida llena de desafíos puede conferir.
“Es tiempo de que las redes sociales de Sirenia (@sirenia.linan en Instagram y @sirenialiñan en Facebook) se llenen de admiradores y seguidores que reconozcan su grandeza y se unan a la causa de la inclusión”, puntualizó Ramos.
POR: REDACCIÓN EL PILÓN.