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Sin prevenciones

En Valledupar se desarrolló durante dos días (viernes y sábado) la quinta Cumbre Regional de Paz, con la participación de líderes y voceros de organizaciones sociales de los departamentos del Atlántico, Magdalena y Cesar. Se llevó a cabo en la sede de Sinaltrainal y ahí se reunieron varias organizaciones sindicales, representantes de las etnias indígenas, de los grupos afrodescendientes, de los grupos que se sienten sin voz en este momento clave de la historia del país.

Hablaron de paz, de medio ambiente, de palma africana, de minería, de servicios públicos, de vías, de corrupción administrativa, en fin, expresaron lo que muchas veces quieren decir y nadie los oye.

Pero lo más curioso es que pidieron garantías para la caravana que hoy tiene prevista, si nada extraordinario ocurre, el Movimiento Caribe de Artistas y Académicos por la Paz al corregimiento de Conejo, jurisdicción del municipio de Fonseca, en el sur de La Guajira.

Lo primero no le importó a nadie, una cumbre más. Pero lo segundo, la caravana a Conejo, conmocionó a varios sectores sociales que se alarmaron porque sería una supuesta ‘toma’ nuevamente de las Farc a este pueblo, que ya el18 de febrero fue epicentro de un escándalo nacional por la visita de los máximos jefes de la guerrilla de las Farc.

¿A qué le temen? La idea no es mala, llegar a Conejo a decirles a sus pobladores que ha sido injusta la estigmatización de guerrilleros que le han hecho después de la visita de algunos miembros de la cúpula de las Farc, no es malo, ni tampoco lo es que se reúnan con ellos personas que están pensando en un escenario de postconflicto. Las prevenciones con este tipo de actos son perversas, generan más violencia y no aportan nada a la búsqueda de la paz. Lo que ocurrió en Conejo tal vez no ocurra más, pero si pueden ocurrir más reuniones, más cumbres, más visitas a pueblos, para abrir diálogos con las comunidades.

Ayer se conoció que el líder de las Farc, ‘Simón Trinidad’, un hijo de Valledupar (Ricardo Palmera), que está preso en Estados Unidos, fue designado por el grupo negociador del grupo armado como el coordinador del proceso de entrega de armas. Una etapa tan importante como la dejación de armas sería la puerta para que Trinidad salga de la cárcel y se inserte al grupo negociador de las Farc, como ya lo han pedido tantas veces.

¿Estamos preparados para ver a Ricardo Palmera en escenarios públicos? ¿Se armará Troya por eso?

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