Esperar a que un médico especialista llegue a las salas de urgencia, de clínicas y hospitales, y atienda a un paciente en Valledupar, es una de las situaciones que más angustia genera a las personas que por una u otra razón tienen que ser recluidos en los centros asistenciales.
Es la situación de Jorge Acosta y Yudanis Aníbal, procedentes del corregimiento de La Loma, jurisdicción de El Paso, Cesar, con su hijo de 2 años que se tragó, al parecer, la parte metálica de un encendedor. Pero el cuerpo extraño no ha podido ser sacado de su esófago y según los médicos de la clínica, el material está adherido a su cuerpo y se teme una infección.
El menor se tragó el objeto la mañana del 31 de diciembre, y por esta razón fue llevado a un puesto de salud de esa población, ese mismo día fue remitido a Valledupar y desde entonces permanece en la clínica.
Aseguran los padres del niño, que la clínica y la EPS Salud Total, los tienen caminando de un lugar a otro, debido a que la salud del niño se ha complicado y necesita un cuarto nivel para recibir una atención medica más compleja. Un caso frecuente.
“Desde entonces esperando. Me decían que el gastroenterólogo no estaba, entonces lo iban a remitir a Barranquilla, después que no, que el especialista llegaba el viernes; llegó el médico especialista y no pudo extraerle el objeto porque pasaron varios días y dijo que ya no estaba a su alcance y que había que remitirlo”, denunció la madre del niño.
Según los padres del pequeño, la EPS decía que es responsabilidad de la clínica remitirlo al cuarto nivel, y la clínica les dijo que es Salud Total quien debe asumir ese asunto, mientras tanto el niño, estaba al cierre de esta edición, sin probar alimentos y se encuentra así desde el 31 de diciembre.
El caso se complicó de tal manera, que ahora el pequeño paciente necesita un cirujano para que a través de una abertura en el tórax, puedan extraerle el objeto que según los familiares, ya le está provocando infección; la clínica por su parte manifestó que el niño está siendo tratado con antibióticos.
La respuesta
Este caso es frecuente en la ciudad, y para resolver la situación, la Clínica Laura Daniela abrió sus puertas para hablar con los medios de comunicación. La gerente María Paulina Martínez, explicó algunos aspectos sobre este hecho.
“El doctor determinó que el caso ya no era de gastroenterólogo, aquí tenemos en la clínica al único gastroenterólogo pediátrico del Cesar y dijo que el caso es muy delicado, y que había que remitirlo a un cuarto nivel”, dijo la gerente Martínez, que también es médico.
Agregó que en estos casos se siguen protocolos para atender a niños de esa edad, (2 años), para que expulse mediante laxantes los objetos que han sido ingeridos, luego se procede mediante endoscopia a identificar el lugar en donde se encuentra el material para extraerlo, pero la situación de la familia Acosta Aníbal es más grave.
La peor época para pedir especialistas
Asegura la Clínica Laura Daniela, que ha concertado con la EPS el traslado e inmediata atención del niño una vez sea localizado el cirujano de tórax que no se ha localizado en Barranquilla. “Salud Total está enterado de la situación pero es difícil conseguir a un cirujano de tórax, sucede que en esta época es difícil porque se van de vacaciones. Se está tramitando Bucaramanga, Bogotá, la disponibilidad del especialista”, manifestó la gerente, quien resaltó que la dificultad se presenta en el cuarto nivel, porque la Clínica Laura Daniela cuenta con otras especialidades.
Si el niño no recibe con prontitud la atención requerida, el objeto puede deteriorar su esófago, la infección puede presentarse.
Por Andrés Llamas Nova
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