Tres comunidades de Colombia estarán presentando el próximo 28 de octubre las primeras etapas de sus proyectos de ecoturismo, canalizando el poder del viaje responsable para ayudar a salvaguardar parte de la biodiversidad de la tierra y forjar la cohesión social. Los proyectos crearán una fuente de ingresos sostenible para las comunidades que buscan una alternativa a la deforestación y la reducción de los impactos del cambio climático.
Las comunidades están ubicadas en la Serranía del Perijá, en el norte; Bocas del Atrato, en la costa Caribe; y la Serranía de las Quinchas, en el centro del país. Todas tienen aspectos en común: están ubicadas en áreas de biodiversidad destacadas, son sobrevivientes del conflicto armado que asoló a Colombia durante décadas y ahora están trabajando con el acompañamiento de los Programas de Desarrollo y Paz, PDP, desarrollando sus propios proyectos de ecoturismo como parte de un compromiso para construir un futuro mejor basado en la paz y la conservación de los bosques alrededor de ellos.
De acuerdo con el director del PDP Cesar, Amaury Padilla, el trabajo para apoyar a las comunidades a forjar su propio turismo comenzó hace un año cuando se estableció el proyecto ‘Promoción de la protección de los bosques y la consolidación de la paz a través del ecoturismo comunitario en puntos críticos de biodiversidad de Colombia’ con fondos del Departamento de Negocios, Energía, Industria y Estrategia del gobierno del Reino Unido.
Con la ayuda de instituciones especializadas enfocadas en turismo, medio ambiente y paz, cada una de las comunidades ha desarrollado sus propios planes de ecoturismo para los bosques y la paz. Los planes incluyen las últimas investigaciones científicas sobre diversidad vegetal del Real Jardín Botánico, Kew para Las Quinchas y de instituciones de investigación nacionales que se han utilizado para crear folletos de biodiversidad como insumo para informar a los visitantes sobre las riquezas naturales de estos territorios.
En palabras de Tiziana Ulian, líder senior de Investigación en Diversidad y Medios de Vida en el Royal Botanic Gardens, Kew: “La población local sabe mucho sobre los usos de las plantas en sus propias comunidades y puede identificar especies a menudo desconocidas para la ciencia”.
Los representantes de cada comunidad también recibieron capacitación para convertirse en guías turísticos de biodiversidad, para comprender las necesidades de los turistas y convertirse en expertos en marketing digital, así como para forjar acuerdos de distribución de beneficios para garantizar que todos se beneficien de las actividades turísticas.
Además de experimentar hermosos bosques llenos de plantas y animales exóticos, los visitantes tendrán la oportunidad de vivir junto a la población local, experimentar la vida cotidiana, una cultura increíble y aprender sobre los extraordinarios recursos que aquí se encuentran.
Rachel Dex, directora General del operador turístico Think Galapagos, uno de los especialistas en turismo que trabaja con las comunidades en el proyecto, manifestó: “Esperamos que este tipo de experiencias vaya más allá de los límites del turismo ordinario, ya que los visitantes pueden compartir la cálida hospitalidad de estas comunidades y realmente ir a lugares a los que pocos viajeros han ido antes. Como muchos viajeros experimentados dirían, no son necesariamente los lugares los que se quedan en la mente durante años, sino la gente y el poder conocer otras culturas”.
EMPRENDEDOR DE LA REGIÓN
Maher Lemus, líder de Victoria Ventura SAS, explicó que se trata de un proyecto que busca activar el turismo como economía interna en el centro del departamento del Cesar desde el corregimiento de La Victoria de San Isidro, jurisdicción de La Jagua de Ibirico, “reconociendo a la Serranía del Perijá como una montaña de oportunidad, rica en biodiversidad, que la convierten en un gran potencial para el turismo de naturaleza. En San Isidro existen dos agencias de turismo que trabajamos en sinergia con la Corporación de Turismo Comunitario del corregimiento de Estados Unidos, donde hemos explorado los diferentes atractivos naturales y con ello adquiriendo competencias turísticas para desarrollar acuerdos comunitarios para la prevención de la conflictividad socioambiental y la cohesión social en la búsqueda de un destino seguro, verde y en paz”, subrayó.
ACERCA DE LA ZONA DEL CESAR
La Serranía del Perijá es una cadena montañosa de 295 kilómetros de largo que se eleva a más de 3.600 metros en los Andes orientales de Colombia, a lo largo de la frontera norte entre Colombia y Venezuela en el departamento del Cesar. Esta área es famosa por la gran cantidad de especies de plantas y animales que no se encuentran en ningún otro lugar de la tierra y mamíferos enigmáticos como el oso de anteojos, el puma, el jaguar y una rica variedad de aves.
Estos bosques raros, hermosos y en peligro de extinción brindan servicios ecosistémicos de vital importancia como cuencas hidrográficas y sumideros de carbono. Esta es una tierra de mitos y leyendas, de música vallenata y comunidades resilientes que se encontraron en el epicentro de la violencia durante el conflicto armado de Colombia. Además del ecoturismo, las comunidades aquí están desarrollando una agricultura sostenible, sobre todo la producción de café, en la que los visitantes pueden participar durante su estadía.
“Estar entre estas personas y escuchar sus historias de vida es una experiencia única; su espíritu incontenible les ha permitido superar el conflicto colombiano y unir a sus comunidades para trabajar hacia una visión común que forje nuevas formas de vida sostenibles”, puntualizó Padilla.