Ni el Cesar ni su capital Valledupar han reportado el primer caso de coronavirus, pero sí varias sospechas. Mientras tanto hay una avalancha de información, muchas veces imprecisa, otras veces totalmente desenfocada, y ante esto no nos queda más que seguir insistiendo en que deben los ciudadanos informarse a través de los canales reconocidos, con credibilidad como este diario al servicio de los cesarenses y guajiros.
Hemos estado insistiendo en que el éxito ante esta crisis radica en conciencia ciudadana, acatar las normas y las recomendaciones. Lavarse las manos, no estrecharlas, no abrazar, no besar, toser en la parte interna del codo, mantenerse en reposo y aislados en casa son las más persistentes, pero justo cuando nos enfrentamos a la necesidad de mantener a raya el virus una nueva circunstancia adversa toca a nuestras puertas.
Emdupar emitió alerta amarilla por escasez de agua por las condiciones en las que se encuentra nuestro principal afluente, el río Guatapurí. Pero, debemos recordar que sobre la apariencia del río, sus condiciones en cuentas alta y media, así como el balneario Hurtado, las hemos advertido en el pasado; recientemente fue portada la apariencia demacrada de la corriente hídrica.
“De no tomar conciencia sería inminente un racionamiento en la ciudad”, se lee en el inicio del comunicado de Emdupar. La desinfección y el lavado de manos son tareas vitales en este momento y requieren de agua potable, pero, lo dice el texto de la empresa, si la comunidad no se concientiza de ahorrar agua potable tendremos serias dificultades pronto.
Hay baja presión del servicio en varios lugares del municipio pero esto no es nuevo. La empresa anuncia que en medio de la crisis con el abastecimiento y suministro del líquido se le dará prioridad a clínicas y demás centros asistenciales.
Nuestra Mesa del Árbol por su parte asegura que ya es justo y necesario cerrar el balneario, y a final de cuentas las condiciones del río no son las mejores. Como lo solicitamos en editoriales anteriores, sería bueno aprovechar la temporada seca para limpiar el balneario y otras zonas del afluente. Corpocesar, abordando lo estructural, debe ilustrarnos sobre los alcances del Pomca del Guatapurí.
Es cada vez más urgente tomar medidas y entre ellas las sanciones. Estamos en tiempos difíciles, superables con el trabajo conjunto, la claridad y contundencia en las decisiones del Gobierno y el acatamiento voluntario y consciente de la ciudadanía de la cual hacemos parte.
Esa situación no es ajena a la que se presenta en otros municipios. Recientes videos de los barrios de La Paz exhiben la carencia del líquido, y el problema esencial es que los esfuerzos en recuperar los ríos han sido tímidos e insuficientes. Se requiere voluntad, recursos, educación ambiental, acción y honestidad de las alcaldías, Corpocesar, la Gobernación y la población en general. Porque la demanda de agua aumenta ante la crisis de salud justo cuando el agua escasea.