Un mes después del asesinato de Jaime Garzón en Bogotá, el 16 de septiembre de 1999 en Valledupar dos sicarios acabaron con la vida de Guzmán Quintero Torres, periodista y jefe de redacción del diario EL PILÓN. La muerte de Garzón conmocionó al país; la de Guzmán conmocionó a un departamento abismado en conflictos y a un grupo de periodistas que tocaron la muerte.
“Cuando callan a un periodista le quitan la oportunidad a una sociedad de estar informada. Eso fue lo que pasó luego de la muerte de Guzmán. Después de sepultarlo y regresar a la sala de redacción nosotros no sabíamos qué escribir porque si escribíamos algo ¿qué pasaba? Nos autocensuramos y el periodismo perdió”, Sostuvo Ana Ferrer, directora de la Comisión de la Verdad Cesar y La Guajira.
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En el 2019 se cumplen 20 años de ambos homicidios. Dos historias de periodistas asesinados que comparten mucho más que la profesión y el año en que fuerzas a las que incomodaron firmaron su silencio.
El Colectivo de abogados José Alvear Restrepo trabaja en ambos casos como representante legal y en la búsqueda que se declaren delitos de lesa humanidad.
“Un crimen de lesa humanidad no es solamente porque es muy grave, tiene mayor trascendencia. La solicitud que nosotros enviamos no persigue el objetivo inmediato que quede en absoluta impunidad, sino porque tengo la convicción que el asesinato de Guzmán Quintero es un delito de lesa humanidad conforme lo estipula el derecho internacional”, detalló Reinaldo Villalba, abogado del Colectivo José Alvear Restrepo durante el conversatorio que realizó EL PILÓN para hablar sobre la justicia y la verdad en el caso de Guzmán Quintero.
FALTA DE RESPONSABLES
Desde 1990, la Fundación para la Libertad de Prensa reporta la muerte de más de 110 periodistas asesinados en Colombia. 1999 es uno de los años más violentos con el asesinato de siete periodistas.
Si no se declaran como homicidios de lesa humanidad los casos de Jaime Garzón y Guzmán Quintero este año ambos casos prescribirán sin esclarecer los verdaderos responsables. Ambos procesos guardan la similitud que se han condenado responsables posiblemente inocentes y no los responsables directos, señala el Colectivo José Alvear Restrepo.
En el caso de Garzón hay dos sentenciados, que aunque podrían ser criminales, el Colectivo ha manifestado en los juicios que no son los responsables directos. Situación parecida al proceso de Guzmán Quintero.
“Algo que me ha mostrado la experiencia es que en la búsqueda de resultados, entonces van a buscar responsables que no lo son, pero siempre en el rango más bajo para proteger a los máximos responsables”, explica Reinaldo Villalba.
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Ambos fueron asesinados por su trabajo como periodistas y su compromiso con el principal valor de la profesión de informar: la verdad. Además de su afán de crear un nuevo país. “Creo en la vida, creo en los demás, creo que este cuento hay que lucharlo por la gente, creo en un país en paz, creo en la democracia, creo que lo que pasa es que estamos en malas manos, creo que esto tiene salvación”, señaló Jaime Garzón en una entrevista.
“Cuando Guzmán trabajó con nosotros él venía de un episodio que lo había amenazado. Pero él no se amilanó. Si lo debo definir, además de ser un humanista, creo que su mayor compromiso era con la verdad”, señaló Dickson Quiroz, quien hace parte de los fundadores del diario EL PILÓN y compañero de trabajo de Guzmán Quintero.
Si se logra el objetivo de declarar ambos homicidios de lesa humanidad seguirá abierta la posibilidad de los familiares, amigos y sociedad de conocer la verdad que “permita sanar heridas”.
Por: DEIVIS CARO DAZA / EL PILÓN
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