¿Quien pierde, quien gana?
Por: José Gregorio Guerrero.
El mundo en que vivimos se encuentra en constante cambio. Lo estático tiende a ser el boleto de salida de los mercados de hoy; los gobiernos y las empresas diseñan estrategias flexibles, dispuestas al cambio para estar en pista de competencia prestos a tomar la delantera. Los productos de consumo tienen que superar los productos de la competencia inmediata, basados en estándares de calidad, que en si, marca la tendencia de preferencia en el mercado de hoy.
Los artistas son el producto principal del mercado musical, por consiguiente tienen que ir evolucionando al ritmo del mercado en el que viven. Silvestre inteligentemente identificó a Rolando como una amenaza, es decir, sin Rolando, él consideró que su primer puesto en el vallenato estaría peligrando; “ojo” Silvestre no expresó que Juancho fuera inferior, no; Silvestre vio mucho más allá, y como estrategia principal modificó su producto, a sabiendas que de ipso facto desestabilizaría el mercado musical local. Esto no fue una deslealtad, fue una estrategia necesaria para seguir siendo el numero uno.
Ahora, para nadie es un secreto que Rolando es un monstruo musicalmente hablando, y que con humildad lo ha demostrado. Rolando nunca a dicho que es el mejor acordeonero de la actualidad; pero no tiene necesidad de decirlo, lo ha demostrado. Pero para nadie es oculto también que la creatividad de “Juancho” fue fundamental para ser hoy Silvestre el numero uno; a mi juicio es excelente acordeonista y muy creativo por cierto. Martin es producto de Rolando, sin despreciar que Dios le entregó una gracia.
La pregunta obligada es: ¿Quien pierde, quien gana? Solo ha ganado hasta el momento la música vallenata, porque los cambios generan cambios. De aquí en adelante ganará el que mejor haga las cosas; el que se adueñe de la mejor humildad; el que está dispuesto a trabajar en equipo, y sepa escuchar a sus compañeros; el que se dedique a dar mejor ejemplo a la juventud; el que lleve su talento como la mejor de las empresas; el que sea más sincero con su público; el que no pisoteé a los demás; el que valore a sus colegas; y principalmente al que tenga presente a Dios en su corazón.; entonces sin duda algunas ese ganará y será el mejor. Esto no es de misterios ni muchos pronósticos de chamanes, o de insultos de idolatras. Es más de sentido común que de otra cosa.
Feliz fin de semana.
José Gregorio Guerrero Ramírez
Twitter: goyogue100