Sin salir de su rol en la tarima, pero apartado de una noche de música, Silvestre Dangond compartió sus experiencias en el campo musical, transformadas al sistema empresarial y lo que denominó como “emprendimiento con ayuda divina”.
El cantante líder hoy de la industria del vallenato cerró el Foro de Emprendimiento y Desarrollo Empresarial, organizado por EL PILÓN, explicando la forma de ver la música especialmente después de abrirse puertas cantando parrandas y actualmente llenar escenarios como el Madison Square Garden de Miami, Estados Unidos.
Destacando ser hijo adoptivo de Valledupar, habló desde la tarima del auditorio del Centro de Convenciones Crispín Villazón de Comfacesar, que tiene mucha fe en los ciudadanos y en esta ciudad, que la ve con futuro para crecer en Colombia.
“El éxito tiene algo espiritual. Si no está Dios presente, no hay éxito. Uno a veces se pregunta el porqué está uno si hay gente que canta mejor, que baila mejor y tienen muchas cualidades que yo”, declaró Silvestre, explicando que siempre sigue su instinto, “sin importar lo que la gente piense de mí. He tomado muchas decisiones y muchas cosas que hoy están pasando en el vallenato, se las dije a Guillermo Mazorra (director de A&R de Sony Music) hace muchos años”.
Cuando entró hablar de sus victorias en la música vallenata, fue enfático al decir: “El éxito no tiene secretos para mí; el éxito para mí no es una ecuación matemática. Es imposible, en la música, que alguien se siente, con una suma de dinero, decir que grabará una canción, de tal compositor exitoso y buscaremos con este acordeonero exitoso, tú vas a cantar y yo voy a repartir la mermelada para que la canción pegue; y ni así pega, porque en la música no hay una ecuación matemática que te proyecte un éxito”.
Dangond, que vistió elegante con un blazer gris y unas gafas oscuras, narró en el escenario que por las características de regiones como La Guajira y Cesar, “a la gente le da miedo emprender un negocio; se acostumbran a las vacas, a la finca y a los negocios de moda, como la venta de cigarrillo, licor y últimamente el contrabando de gasolina”.
Poniendo como ejemplo su trascurrir en Urumita, La Guajira, la tierra que lo vio nacer, confesó que su sueño es construir una empresa para la venta de agua y que su nombre sea Marquesote, como el río que bordea a su pueblo.
“Yo tengo un sueño y no lo he hecho. Voy a armar, en mi pueblo, una empresa de agua con el nombre de Marquesote; estoy haciendo los estudios y quien quita se expanda a toda La Guajira y el Cesar”, dijo Silvestre, aclarando que con la inteligencia de negocio siempre existirá una necesidad.
Argumentó que no nació entre lujos y fue más bien un nómada o gitano, porque solamente en Valledupar vivió en barrios como Sabanas, Sicarare, Garupal, Dangond y hasta el Centro, con sus padres.
“A Silvestre Dangond la pasión lo mueve para todo. No hago nada que no sienta. Muchas veces me han dicho que no, especialmente cuando me puse el reto de hacer un lanzamiento en el Parque de la Leyenda; no teníamos el dinero, pero mi pensamiento me decía que se podía”, relató el intérprete de ‘Niégame tres veces’, espacio que aprovechó para elogiar a Domingo Santero, popularmente conocido como ‘El Chino CD’, y quien fue el único que grabó el lanzamiento de ‘El Original’ en esa ocasión.
Sorpresiva noche
El vicepresidente Bussines y Marketing Andes Región Sony Music, Diego Toro, quien estuvo acompañando a Silvestre durante su sesión de alocución, reveló que la compañía disquera no creyó en el cantautor con su primer lanzamiento.
Agregó que Silvestre está pensando en hacer música para el mundo y no solamente para su pueblo.
“Recuerdo mucho la mañana después del lanzamiento de ‘El Original’, cuando fuimos a buscar el máster del DVD y antes nos tocó llamar a Sony, a decirles que teníamos un DVD que no habíamos mandado a producir, pero era una herramienta de marketing sin tener la producción completa. Fue la primera vez que lanzamos el DVD a menos de un mes de tener el disco a la venta”, recalcó Diego Toro, a quien le llamó la atención observar a mucho público uniformado, cantando canciones con solo tres días de estar publicado el compacto y lo más importante, que todos querían escuchar solo la nueva producción.
“Cuando estaba ahí comencé a ver lucecitas rojas por todos lados. Nos estaban grabando el concierto y sabía que iba a salir por algún lado”, relató Toro y entonces Silvestre reveló que Domingo Santero era el artífice de la grabación, considerándolo un verdadero emprendedor.
“En tan buen emprendedor que a las 7:00 de la mañana, del día siguiente, me fui con Carlos Bloom y este emprendedor ya estaba casi terminando la edición del DVD. Le pedí que parara porque era para Colombia y no solamente para Valledupar”, contó Diego Toro.
Silvestre estuvo acompañado de Nicola Stornelli García, periodista e investigador experto en economía naranja; el vicepresidente Bussines y Marketing Andes Región Sony Music, Diego Toro; Martín Mendoza, director de EL PILÓN. Al final fue invitado el mánager del artista, Carlos Bloom.
A los nuevos talentos
“El primer error es ver la música como negocio. No la puedo ver así, porque es un don, un regalo divino”, así le habló Silvestre a los nuevos talentos de la música colombiana, especialmente a quienes lo siguieron en el Foro de Emprendimiento.
Con la asesoría de Carlos Bloom, su mánager eterno, aseveró tener a la empresa Music Dream en constante crecimiento.
“No hay mejor aliado para mí que el tiempo, es con lo que yo trabajo. En el vallenato nos ha faltado canalizar, identificar a los líderes, porque esta es una industria grande”, indicó Silvestre.
Martín Mendoza, director de EL PILÓN, le preguntó a Silvestre si su historia se partía en dos con su traslado a Estados Unidos, conociendo productores y el mercado de la música.
“Cambió todo. No fue fui por querer irme, eran problemas de orden público y emprendí rumbo tratando de encontrar tranquilidad para mí; no quería salir a cantar y encontrar una llamada que me secuestrarían un hijo. Quería ser una persona alegre en tarima”, dijo en forma contundente, además de sentirse frustrado: “Al bajarme del avión, montarme al carro, colocar la emisora y no escuchar un solo vallenatico; pasaron los días y yo que estaba acostumbrado a escuchar Cacica, Olímpica en las mañanas y los bochinches de Valledupar, entonces decía que debía escuchar mi música y eso me frustraba”.
Señaló que sufría de envidia al escuchar canciones de Carlos Vives y Fonseca, pero no las suyas. “Me daba envidia porque me preguntaba qué tenían o hacían ellos que yo no hiciera. No me interesaba sonar en otra parte sino en Miami”.
Analizó y pensó que no podía llegar a la radio estadounidense con solamente su catálogo, era algo más que un vallenato: “Cuando salió el compacto ‘Sigo Invicto’, le dije a mi mánager, Carlos Bloom, que me ponía tres años para sonar en Miami. Las palabras tienen poder y yo soy un aliado de eso; no sé porque le dije así a Carlos, pero en tres años exactamente sonó mi primera canción en los Estados Unidos, Materialista”.
Sorpresa de cierre
Para escuchar los conceptos del mercado vallenato, Carlos Bloom invitó de manera especial a nuevas figuras y mánagers liderados por Erick Gerónimo, Jesús Fuentes, ‘Beto’ Murgas y Marcos Torres.
Farid Leonardo Ortiz, Carlos Tobio, Junior Saavedra y la Banda del 5, así como Hanz Zuleta, asistieron al foro de forma especial y al final subieron al escenario para cantar una de sus canciones con Silvestre Dangond, quien antes les dejó un mensaje.
“Los nuevos talentos tienen algo a su favor que sea convertido en su enemigo, el tiempo. No lo están sabiendo manejar y no es secreto, pero este consejo se los doy por hoy todo pega más rápido, no necesitan tanto lobby para pegar una canción. Puede grabar una canción sin visitar una emisora y sin visitar una disquera, pero hoy los artistas nuevos no están creando bases”, indicó Silvestre, aduciendo que primero fue guitarrista, luego corista y finalmente terminó cantando y narrando cuentos en las parrandas.
La sorpresa para el público fue que Silvestre se despidió cantando. Primero acompañó a la Banda del 5 con la canción ‘Pura bulla’; luego a Farid Leonardo Ortiz con ‘Se acabaron’; asimismo cantó ‘Los adioses de mi vida’ con Carlos Tobio; a Hanz Zuleta en ‘A blanco y negro’; y finalmente interpretó ‘Regalame una noche’, su más reciente éxito, con el acordeón de Jorge Luis García.
“Yo no podía despedirme de ustedes sin cantarles un canción. Gracias a estos muchachos por acompañarme en esta ocasión y de verdad fue muy gratificante compartir esta linda experiencia”, puntualizó Silvestre.